Ricardo Angoso
El 2 octubre de 1944, tras dos meses de lucha y exhaustos, hambrientos y muchos casi cadavéricos, los resistentes polacos alzados en armas en la capital polaca, Varsovia, aceptaron su derrota y se rindieron ante el enemigo nazi.

Fueron unas jornadas heroicas de lucha, valentía, arrojo y sacrificio, donde los polacos sacaron lo mejor de sí y Varsovia se inmoló ante un enemigo que contaba con ingentes y superiores medios para propinarles una derrota, que a la postre fue una lección inmortal para el resto de la humanidad.… Leer más