Porque no sólo aquel faraón que ‘no conoció a Iosef’ (Éxodo 1:8) se levantó sobre nosotros para destruirnos, sino que en cada generación se levanta algún ‘faraón’ e intenta, una vez más, hacerlo y, una vez más, fracasa.
Por eso cantamos reconociendo la promesa divina en cada Seder de Pesaj. Este año, en el contexto de que todavía hay 59 de nosotros privados de vida y libertad, elegimos esta versión de Ionatan Raziel, mucho más melancólica que la pegadiza versión tradicional.
Tal vez resulte un poco blasfemo sugerir que la promesa divina no se cumplió.… Leer más