A la memoria de mi padre, Tobias Berenzon, y a la presencia viva de mis hermanos: Shoshana, RodrigoYaacob, Salomón, Rafael y Melissa
El atentado ocurrido en Sídney, en un contexto marcado por la celebración de Janucá, no es un hecho aislado ni una anomalía estadística. Es, más bien, una fisura por la que asoma una vieja pulsión que atraviesa siglos y sistemas políticos: el antisemitismo.
La conmoción que siguió al ataque fue inmediata, pero también lo fue el impulso de convertir esa conmoción en capital simbólico. Benjamín Netanyahu no tardó en transformar el miedo en argumento y en atribuir responsabilidades al reconocimiento australiano del Estado palestino.… Leer más
