El Gobierno iraní anunció que ha decidido no castigar a la mujeres que no usen el obligatorio velo islámico y la presencia de la ‘Policía de la moral’ se ha reducido en las calles de Teherán, pero muchas iraníes desconfían y consideran que se trata de una situación pasajera provocada por las tensiones que vive el país.
En las calles de capital iraní es palpable que se ha relajado la imposición del velo y muchas mujeres van con el cabello al aire, lo que se ha convertido en un gesto de desobediencia civil desde la muerte de Mahsa Amini en 2022 tras ser detenida por llevar mal puesto el hiyab.
