A 33 años de la caída del Muro de Berlín

Por Ricardo López Göttig

Un 9 de noviembre, pero de 1989, cayó el Muro de Berlín, un símbolo de la Guerra Fría y de la división de Alemania tras la segunda guerra mundial.

¿Cómo es que se llegó a levantar ese muro y por qué se derrumbó en 1989?

Al finalizar la segunda guerra mundial, Alemania fue administrada por los cuatro países victoriosos en el continente europeo: la URSS, Estados Unidos, Reino Unido y Francia; y lo mismo ocurrió con la antigua capital, Berlín.

Las regiones administradas por los tres países occidentales se fueron fusionando y llegaron a tener una moneda común, que fue el Marco alemán. En junio de 1948, Stalin se propuso sitiar la parte de Berlín occidental con un bloqueo del transporte terrestre, ya que era un enclave en la parte bajo administración soviética. Esta situación duró casi un año, siendo Berlín occidental asistida por un puente aéreo británico y estadounidense que llevaba víveres, ropa, herramientas y bienes de construcción. En 1949 se formalizó la creación de dos Alemanias: la república federal, occidental; y la república democrática, prosoviética. Para ingresar a Berlín occidental debían pasarse por controles fronterizos, severamente vigilados.

Esta división se hizo más distante con la construcción del Muro de Berlín, en agosto de 1961, fortificado y armado para que los berlineses orientales no pudieran cruzar a la parte occidental. Miles de alemanes lo intentaron, muriendo muchos de ellos en el intento. Tanto bajo el liderazgo de Walter Ulbricht como en el de Erich Honecker, Alemania oriental vivió bajo un estricto régimen totalitario con un aparato de seguridad altamente eficaz y opresor, como fue el de la STASI. Las dos Alemanias no tuvieron relaciones diplomáticas hasta el decenio de 1970, cuando por iniciativa del canciller federal occidental Willy Brandt y su Ostpolitik, en tiempos de la distensión entre los dos bloques militares, comenzó el acercamiento a la URSS y Europa Oriental. Esto, no obstante, nunca despejó las suspicacias entre ambas repúblicas.

Radio Jai - A 33 años de la caída del Muro de Berlín
Un hombre utiliza una barra de hierro para contribuir al derribo del muro de Berlín. La gente utilizaba picos y martillos para destruir las paredes que durante 28 años dividieron Berlín en dos, mientras excavadoras y grúas destruían el Muro sección por sección. JOAN SÁNCHEZ / El País

Fue en la época de Mijail Gorbachov, con sus ideas de perestroika y glasnost para revitalizar a la Unión Soviética y salvar al socialismo real, que se fue el control sobre los países que formaban parte del Pacto de Varsovia.

La desactivación de la censura y el acceso a medios de información del exterior, brindaron una imagen diferente y menos hostil sobre el mundo democrático y capitalista. Pero el efecto dominó comenzó con las elecciones del 4 de junio de 1989, en Polonia, cuando un tercio del Parlamento y la totalidad del Senado se abrieron a la competencia electoral entre el régimen socialista y el movimiento disidente Solidaridad, liderado por el obrero electricista Lech Wałęsa. Sorpresivamente, Solidaridad ganó esos comicios y el liderazgo soviético aceptó el veredicto de las urnas en modo pacífico, sepultando la antigua Doctrina Brezhnev que le permitía intervenir militarmente en los países de su bloque.

En agosto de 1989, el régimen socialista húngaro abrió su frontera con Austria, por lo que en ese verano boreal miles de alemanes orientales viajaron a ese país del centro de Europa, y de allí pasaron a la República Federal Alemana.

Esta migración multitudinaria ponía en jaque al régimen de Honecker, quien cerró sus fronteras, al igual que lo hizo el de Checoslovaquia, país de tránsito.

Frente a la embajada de la República Federal Alemana en Praga se congregaron miles de alemanes orientales pidiendo asilo durante el mes de septiembre, una crisis humanitaria y política que fue resuelta por mediación del entonces canciller Helmut Kohl y, sobre todo, el ministro de Relaciones Exteriores Hans-Dietrich Genscher. Se logró que esos alemanes orientales viajaran en tren hacia la República Federal Alemana, siendo aplaudidos y aclamados en cada pueblo por el que pasaban. Esto precipitó una serie de manifestaciones masivas en las calles de las principales ciudades de Alemania oriental, pidiendo la apertura de las fronteras.

En octubre de 1989, Erich Honecker dimitió como líder y pasó la secretaría general del Partido a Egon Krenz, quien intentó salvar un edificio que se derrumbaba. Prometió la libre entrada y salida, y el 9 de noviembre de 1989, uno de sus funcionarios afirmó que esa medida entraba en vigor de inmediato.

Es por ello que esa tarde, miles de berlineses orientales se agolparon en los pocos puestos de paso que había en el Muro. Los guardias, sin recibir instrucciones, decidieron levantar las vallas y permitir el acceso a Berlín occidental, por lo que aquella noche el Muro comenzó a caer, simbólica y literalmente, dejando atrás decenios de separación y mostrando la obsolescencia de un sistema totalitario en el que ya nadie creía.

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Un manifestante golpea con un martillo una de las paredes del Muro desde el Este de Berlín, mientras las fuerzas de seguridad observan desde arriba, cerca de la puerta de Brandenburgo, el 11 de noviembre. DAVID BRAUCHLI REUTERS

 

*Ricardo López Göttig es Director del Instituto Václav Havel, Profesor y Doctor en Historia, egresado de la Universidad de Belgrano y de la Universidad Karlova de Praga (República Checa), respectivamente. Doctorando en Ciencia Política. Es profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad de Belgrano, y profesor en las maestrías en Relaciones Internacionales de la UB y de la Universidad del Salvador. Fue profesor visitante en la Universidad Torcuato Di Tella, en la Universidad ORT Uruguay y en la Universidad de Pavía (Italia). Autor de los libros “Origen, mitos e influencias del antisemitismo en el mundo” (2019) y “Milada Horáková. Defensora de los derechos humanos y víctima de los totalitarismos” (2020), ambos publicados por CADAL y la Fundación Konrad Adenauer, entre otros. Fue Director de Museos y Preservación Patrimonial de la Provincia de Buenos Aires (2015-2019), columnista y analista en Política Internacional en Radio Jai