Los arqueólogos hacen caer un mito de 3.000 años: la dinastía de los hicsos no invadió el Antiguo Egipto

Un estudio aplica por primera vez química arqueológica a restos humanos para dirimir el origen de estos gobernantes.
Hasta ahora se creía que los hicsos, un misterioso pueblo nómada del Oriente Próximo, habían invadido Egipto hace más de 3.600 años. Tradicionalmente se ha creído que accedieron al poder tras realizar una invasión desde el este, donde se han encontrado vestigios arquelógicos relacionados con su cultura.

Los faraones de la décimo quinta dinastía fueron hicsos y gobernaron Egipto entre aproximadamente el 1638 y el 1530 a.C. Siempre se ha considerado que este era el primer periodo de la historia en que este imperio fue dirigido por gobernantes de origen extranjero.

Sin embargo, un grupo de científicos e historiadores de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) ha demostrado que los Hicsos no son miembros de un pueblo invasor, sino que se trata de una minoría presente en la región durante generaciones.

En un estudio publicado en la revista estadounidense PLOS ONE, el equipo dirigido por Chris Stantis investigó los restos humanos de la capital de los hicsos, Tell el-Dab’a (en el nordeste del delta del Nilo) para explorar los orígenes de esta dinastía.

Realizaron análisis de isótopos de estroncio al esmalte de los dientes de 75 humanos enterrados en la antigua ciudad capital de los Hicsos de Tell el-Dab’a, en el nordeste del delta del Nilo.

Los científicos descubrieron que un gran porcentaje de la población sí eran extranjeros que emigraron de una amplia variedad de otros lugares; sin embargo, este patrón era cierto tanto antes como durante el reinado de la dinastía Hicsos, lo que desmiente la teoría de una repentina invasión de este pueblo. Por ello, los autores del texto publicado apuntan que eventualmente los hicsos llegaron al poder después de vivir allí durante generaciones, según Efe.

Este es el primer estudio que utiliza la química arqueológica para abordar los orígenes de los gobernantes hicsos, pero los autores señalan que se necesitarán más investigaciones y técnicas químicas más amplias para identificar los ancestros específicos de este pueblo y otros residentes no locales de Egipto.

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