Suiza no fue neutral como tanto se escribe y comenta en artículos y notas sobre este pequeño país europeo.
Fue cómplice de la Alemania Nazi durante la guerra. Suiza era utilizada para depositar y realizar transacciones comerciales entre Alemania y empresas que le vendían por triangulación accesorios de precisión para armamentos alemanes, entre otras actividades. Fueron banqueros del Tercer Reich.
Suiza se quedó con miles de millones de dólares de judíos que depositaron dinero para salvarlo de la rapiña nazi sin saber que estos pronto serían asesinados en campos de exterminio. Ese dinero hizo crecer a muchos bancos suizos. Era dinero manchado de sangre.
Suiza recibió depósitos de dinero de jerarcas nazis que lo trataron de resguardar cuando la guerra comenzó a cambiar de curso y la derrota del nazismo ya era una probabilidad. Parte de ese dinero sirvió para organizar y pagar fugas de criminales nazis fuera de Europa. Varios llegaron vía Vaticano a estas tierras.
Suiza fue un cómplice en las fugas de nazis porque sabían los bancos y su gobierno que se hacía con ese dinero. Suiza fue un hervidero de espías nazis y de otros países que transitaron durante años esa república. Se hicieron grandes y oscuros negocios en esos años.
También hay que decirlo se negociaron cientos de vidas de judíos a cambio de dinero. En medio del horror y el Holocausto había seres oscuros que negociaban vidas a cambio de dinero y bienes de valor. La miseria humana en su punto extremo.