Hablando en Estrasburgo en un debate parlamentario sobre el antisemitismo, el Sr. Hidvéghi insistió en que Europa debe tener “tolerancia cero con el antisemitismo”, señalando que esta es la única postura adecuada después de la Segunda Guerra Mundial.
“Hay un completo consenso social y político sobre este tema en Hungría”, dijo el diputado. “Los miembros de la comunidad judía viven en seguridad, practican su religión y viven sus identidades. Asegurar esto no es sólo una obligación constitucional sino también una obligación moral”.
Hidvéghi dijo que la situación en Hungría contrasta con gran parte de Europa Occidental, donde las olas de inmigración musulmana han ido acompañadas de una creciente violencia contra los judíos.
“Estamos orgullosos de estar floreciendo en Hungría y de experimentar hoy un renacimiento de la cultura judía, con el pueblo y las familias judías sintiéndose seguros y cuidando su patrimonio”, dijo Hidvéghi. “Por el contrario, la violencia y los ataques contra las comunidades judías en Europa Occidental están en aumento”.
“Si bien todos esos ataques deben ser condenados y rechazados con firmeza, también hay que hablar de que la aparición y la propagación del antisemitismo musulmán radical en Europa contribuye al aumento de los ataques antisemitas”, dijo.
“Los ataques contra los judíos de Europa occidental son, por lo tanto, otra razón para tomar medidas decisivas contra la migración ilegal”, concluyó.
Las observaciones del Sr. Hidvéghi coinciden con el análisis de David P. Goldman, quien en un ensayo de “Spengler” de 2018 afirmó que Hungría se destaca por ser un país excepcionalmente seguro para los judíos, debido en gran parte a su negativa a aceptar cuotas de inmigración de la Unión Europea.
Mientras que en otras partes de Europa los inmigrantes musulmanes “son la única fuente de ataques violentos contra los judíos”, la política de inmigración de Hungría la hace claramente segura para los judíos, dijo.
“No hay riesgos para los judíos porque hay muy pocos migrantes musulmanes”, declaró el Sr. Goldman sin rodeos.
“Hungría es el país europeo más seguro para los judíos, sin ningún tipo de violencia antisemita en los últimos años”, dijo.
La vida judía no sólo florece en Budapest, escribió Goldman, es “rugiente”, y en cualquier viernes por la noche, la sinagoga de Budapest recibe a unas doscientas personas para cenar. Alrededor de 100.000 israelíes tienen doble ciudadanía húngara y muchos israelíes poseen propiedades en el país y votan en las elecciones húngaras.
El primer ministro Viktor Orbán mira a Israel como un ejemplo, afirmó Goldman, ya que Hungría es una pequeña nación en riesgo de “extinción demográfica” durante el próximo siglo, e Israel es una pequeña nación que ha mantenido su identidad a pesar de las enormes fuerzas en su contra.
Israel, declara Goldman, “debería ser un faro para las naciones que están luchando por mantener su identidad y cohesión contra un reflujo demográfico y contra las presiones de la globalización”.
Según la Oficina Nacional de Vigilancia contra el Antisemitismo, más de la mitad de los incidentes de antisemitismo en Francia, y casi todos los violentos, son perpetrados por inmigrantes de países musulmanes o sus descendientes, informó el año pasado la Agencia Telegráfica Judía.