Cuando Nadiv Schorer y Ariel Meiri se casaron, el pasado domingo, el rabino que estaba junto a ellos debajo de la jupá (palio nupcial) también estaba abriendo nuevos caminos.
Para Avram Mlotek, un rabino afiliado al ala progresista del judaísmo ortodoxo, fue la primera vez en oficiar una boda para dos personas del mismo sexo.
«En muchos sentidos, fue como cualquier otra celebración que he oficiado: alegre, judía, espiritual, llena de amor», escribió Mlotek en su cuenta de Facebook. «Lo que lo hizo diferente fue que eran dos hombres que se unieron en una relación sagrada», agregó.
Mlotek declaró su intención de comenzar a celebrar bodas entre personas del mismo sexo el año pasado, argumentando que facilitar los matrimonios judíos para todo tipo de familias es un imperativo comunitario
El día de la boda debe ser un día alegre para la pareja, como la liturgia connota, independientemente de su orientación sexual», había indicado Mlotek en ese entonces. «Si la pareja elige vivir una vida judía, construir un hogar judío y criar hijos judíos, nuestro tradicional rabinato debe aprovechar la oportunidad de dar la bienvenida y trabajar con estas familias en los momentos más importantes del ciclo de vida. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de una mayor asimilación, y de caer en un abismo de irrelevancia religiosa al negar a estas parejas un lugar legítimo de pertenencia».
Los matrimonios entre personas del mismo sexo están permitidos en la mayoría de las corrientes judías estadounidenses, pero la decisión de Mlotek lo colocó fuera de la corriente principal ortodoxa, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo está prohibido.
Mlotek estudió en la Escuela Rabínica Yeshivat Chovevei Torah, que fue fundada hace dos décadas para avanzar en un enfoque «ortodoxo abierto». Hoy en día, la escuela ha abandonado la afiliación ortodoxa abierta, pero los rabinos graduados allí todavía tiende a buscar formas de inclusión, manteniendo la fidelidad a la ley judía, conocida como halajá.
De acuerdo con dicho enfoque, y con un puñado de otros rabinos ortodoxos progresistas que han llevado a cabo bodas entre personas del mismo sexo, Mlotek no utilizó la fórmula tradicional de la boda, sino otra ceremonia ideada por un rabino centrado en la inclusión LGBT en las comunidades ortodoxas.
La publicación de Mlotek en Facebook atrajo algunos comentarios de personas que señalaron que se trataba de una desviación de los valores judíos tradicionales. Pero también provocó elogios de otros que destacaron la celebración y precisaron que el judaísmo ortodoxo, con frecuencia, no puede lidiar con los «costos» de la fidelidad halájica.
Fuente Ynet en español