¿DÓNDE SE ENCUENTRA D-OS? HISTORIAS JASÍDICAS

Los siguientes relatos fueron recopilados tanto de los maestros jasídicos (Martín Buber) como de midrashim reconocidos (Sefer Ha – Agadá). Dan explicaciones diversas a la pregunta de dónde se encuentra D-os y cómo podemos acercanos a Su Presencia. Esperamos les gusten.

¿DÓNDE NO ESTÁ D-OS?

Cuando rab Itzjak Meir era un niño pequeño, su madre lo llevó a ver al maguid de Koznitz. Ahí alguien más le dijo: “Itzjak Meir, te daré un florín si me dices dónde vive D-os” El niño respondió: “Te daré dos florines si me dices dónde no vive”

TAN CERCA Y TAN LEJOS

Leemos en el salmo: “Si me elevó hasta el Cielo, Tú estás ahí; si arreglo mi cama en el mundo inferior Tú estás aquí.” Cuando observo mi grandeza, me veo a mí mismo como un gigante y pienso que puedo tocar el cielo, descubro que D-os es el Allá más lejano del mundo y entre más me elevo, más lejos está. Sin embargo, si arreglo mi cama en reflexión, si inclino mi alma hacia abajo, al mundo inferior, Él está aquí conmigo.

LAS GENERACIONES

Rab Uri dijo:
Uno no ayuda únicamente a su propia generación. Generación tras generación, David vierte entusiasmo en almas sombrías; generación tras generación Sansón blinda almas débiles con la fuerza de héroes.
SEGUIR SUS FORMAS

Rab Hama hijo de rab. Hanina dijo: “Tras el Señor tu D-os has de caminar” (Deut 13:5) Sin embargo, es imposible para un hombre caminar atrás de la Presencia Divina. ¿Acaso no se a dicho: “El Señor tu D-os es un fuego devorador?” (Deut 4:24) Lo que el versículo indica es que uno debe seguir las formas del Santo, Bendito Sea.

Él vistió al desnudo: “El Señor D-os hizo para Adán y su esposa vestimentas de piel y los vistió” (Gen 3:21). Así mismo, debes vestir al desnudo. Él visitó al enfermo: “El Señor se le apareció en los encinos de Mamre” (Gen 18:1). También debes visitar al enfermo. El Sagrado, Bendito Sea, enterró a los muertos: “lo enterró en el valle” (Deut 34:6) Debes enterrar a los muertos. El Sagrado, Bendito Sea, consoló a los deudos “Y sucedió que después de la muerte de Abraham D-os vertió bendición sobre Isaac su hijo” (Gen 25:11) Así mismo debes consolar a los deudos.

Fuente: Tales of the Hasidim y Sefer Ha – Agadah

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