El Gobierno chino ha acelerado los envíos de ayuda médica a Europa, que se ha convertido en el epicentro de la pandemia de coronavirus que surgió primero en la ciudad china de Wuhan. Esta generosidad parece ser una campaña de relaciones públicas del presidente chino Xi Jinping y su Partido Comunista para desviar las críticas por su responsabilidad sobre el mortífero brote.
La campaña de Pekín como benefactor mundial puede producir frutos en Europa, donde los complacientes líderes políticos han temido durante mucho tiempo enfrentarse al segundo mayor socio comercial de la Unión Europea. Lo que aún está por saber es si los ciudadanos europeos, que están soportando la peor parte del sufrimiento causado por la epidemia, estarán igual de dispuestos a pasar por alto las infracciones de los funcionarios chinos.
En lo que sólo se puede describir como humillación geopolítica, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el brazo administrativo de la Unión Europea, que se publicita a sí misma como la «segunda economía del mundo», elogió a la China comunista por donar una insignificante cantidad de equipos médicos al bloque. El 18 de marzo, tuiteó:
«He hablado con el primer ministro chino, Li Keqiang, que anunció que China proporcionará 2 millones de mascarillas quirúrgicas, 200.000 mascarillas N95 y 50.000 kits de pruebas. En enero, la Unión Europea ayudó a China al donarle 50 toneladas de equipos. Hoy, estamos agradecidos a China por su ayuda. Necesitamos apoyarnos mutuamente en tiempos de necesidad.»
La Unión Europea ha sido incapaz de proporcionar una ayuda en condiciones a Italia, el tercer miembro mayor del bloque, que ha sido especialmente azotada por el virus. China intervino después de que Alemania, el miembro más poderoso de la UE, prohibiera la exportación de equipos de protección médica para evitar su propia escasez de mascarillas, guantes y trajes.
El 12 de marzo, China envió a Italia un equipo de nueve miembros del personal médico chino junto a 30 toneladas de equipamiento en un vuelo organizado por la Cruz Roja china. El jefe de la Cruz Roja italiana, Francesco Rocca, dijo que el envío «mostró el poder de la solidaridad internacional». Añadió:
«En este momento de gran estrés, de grandes dificultades, nos reconforta esta llegada de suministros. Es cierto que sólo será una ayuda temporal, pero aún así, es importante. Ahora mismo, necesitamos desesperadamente estas mascarillas. Necesitamos respiradores, que la Cruz Roja donará al Gobierno. Esta es, sin duda, una donación importante para nuestro país.»
En los últimos días, China también ha enviado ayuda a:
– Grecia, 21 de marzo. Un avión de Air China que transportaba 8 toneladas de equipos médicos —incluidas 550.000 mascarillas quirúrgicas y otros artículos como equipos de protección, gafas, guantes y fundas para zapatos— llegó al Aeropuerto Internacional de Atenas. El embajador chino en Grecia, Zhang Qiyue, citó las palabras de Aristóteles»¿Qué es un amigo? Un solo alma que habita en dos cuerpos». Dijo que los «tiempos difíciles te enseñan quiénes son los verdaderos amigos» y que China y Grecia están «cooperando estrechamente en la lucha contra el coronavirus». Esto, dijo, «confirma una vez más las excelentes relaciones y la amistad entre los dos pueblos».
– Serbia, 21 de marzo. China mandó a seis médicos, ventiladores y mascarillas médicas a Serbia para ayudar a detener la propagación de la infección de coronavirus. «Muchas gracias al presidente Xi Jinping, al Partido Comunista chino y al pueblo chino», dijo el presidente serbio, Aleksandar Vucic. El embajador de China en Belgrado, Chen Bo, dijo que la ayuda era una señal de la «amistad de hierro» entre los dos países. La agencia de noticias china Xinhua informó: «El presidente Xi le confiere gran importancia al desarrollo de las relaciones entre China y Serbia, y cree que, mediante la batalla conjunta contra la epidemia, la tradicional amistad entre los dos países, que ha superado la prueba del tiempo, obtendrá un apoyo más sincero de sus ciudadanos, y su asociación estratégica integral se hará más intensa y alcanzará un nivel superior.
– España, 21 de marzo. El fundador y presidente de la empresa de tecnología china Huawei, Ren Zhengfei, donó un millón de mascarillas. Se esperaba su llegada en el aeropuerto de Zaragoza, al noreste de España, el 23 de marzo. Las mascarillas se guardarán en un almacén perteneciente a la empresa textil española Zara. Desde allí, Zara pondrá sus redes logísticas al servicio del Gobierno español. Este cargamento podría ser el primero de varios, ya que decenas de proveedores chinos que han trabajado con Zara durante años muestran su voluntad de enviar material. Estados Unidos ha advertido a España del intrínseco riesgo para la seguridad que significa abrir sus redes de comunicaciones, de quinta generación, a proveedores de telefonía móvil china, incluido Huawei.
– República Checa, 21 de marzo. Un avión carguero ucraniano, con 100 toneladas de suministros médicos y procedente de China llegó al aeropuerto de Pardubice, una ciudad situada a 100 km al este de Praga. El 20 de marzo, un avión chino que transportaba un millón de mascarillas llegó a la República Checa, que supuestamente encargó otros 5 millones de respiradores a China, junto a 30 millones de mascarillas y 250.000 conjuntos de ropa protectora.
– Francia, 18 de marzo. China envió a Francia, el segundo país más poderoso de la Unión Europea, un lote de suministros médicos que incluyen mascarillas protectoras y quirúrgicas, trajes y guantes médicos. La embajada china en Francia tuiteó: «¡Unidos ganaremos!». Al día siguiente, China envió un segundo lote de suministros. La embajada china tuiteó: «El pueblo chino está al lado del pueblo francés. La solidaridad y la cooperación nos permitirán superar esta pandemia».
– Países Bajos, 18 de marzo. China Eastern Airlines, China Southern Airlines y Xiamen Airlines, socios de código compartido de KLM Royal Dutch Airlines, donaron 20.000 mascarillas y 50.000 guantes. La carga llegó al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol en un vuelo de Xiamen Airlines. «Estos son tiempos extremadamente difíciles para nuestro país y nuestra compañía, así que estamos muy contentos de contar con esta ayuda para KLM y los Países Bajos», dijo el consejero delegado de KLM, Peter Elbers. «Hace menos de dos meses, KLM hizo una donación a China y ahora estamos recibiendo esta ayuda tan maravillosa y generosa».
– Polonia, 18 de marzo. El Gobierno chino prometió enviar a Polonia decenas de miles de artículos de protección y 10.000 kits de prueba de coronavirus. El 13 de marzo, la embajada china en Varsovia patrocinó una videoconferencia en la que expertos de China y Europa Central pusieron en común sus conocimientos sobre la lucha contra el coronavirus. El ministro de Exteriores polaco, Jacek Czaputowicz, le dio las gracias a China por su apoyo e hizo hincapié en la necesidad de mantener la cooperación con Pekín, incluido el intercambio de experiencias en la lucha contra la pandemia.
– Bélgica, 18 de marzo. Un avión carguero chino que transportaba 1,5 millones de mascarillas aterrizó en el aeropuerto de Lieja. Las mascarillas, que serán distribuidas a Bélgica, Francia y Eslovenia, fueron donadas por Jack Ma, fundador de Alibaba, un gigante del comercio electrónico conocido como el «Amazon de China».
– República Checa, 18 de marzo. Un avión que transportaba 150.000 kits de prueba del coronavirus aterrizó en Praga. El Ministerio de Sanidad pagó unos 14 millones de coronas checas (550.000 dólares) por 100.000 kits de prueba, mientras que otros 50.000 kits fueron pagados por el Ministerio del Interior. El transporte fue proporcionado por el Ministerio de Defensa.
– España, 17 de marzo. Un avión chino que transportaba 500.000 mascarillas llegó al aeropuerto de Zaragoza. «El sol siempre sale después de la lluvia», le dijo el presidente chino, Xi Jinping, al presidente español, Pedro Sánchez. Dijo que la amistad entre China y España será más fuerte y que los lazos bilaterales tendrán un futuro mejor después de la lucha conjunta contra el virus. Xi dijo que, después de la pandemia, ambos países deberían intensificar sus intercambios y su cooperación en una amplia variedad de campos.
– Bélgica, 16 de marzo. Otro cargamento de suministros médicos, donado por la Fundación Jack Ma y la Fundación Alibaba para la prevención en Europa llegó al aeropuerto de Lieja.
La revista Fortune explicó el motivo de la iniciativa propagandística de China:
La ayuda de China a Europa es un intento de recuperar un papel de liderazgo internacional después de que los primeros encubrimientos del virus ayudaran a que se propagara más allá de sus fronteras. El gobierno del presidente Xi Jinping ha tratado de silenciar a los críticos, entre ellos periodistas y analistas en internet, y también ha difundido teorías de la conspiración sobre el origen del virus.
En términos geopolíticos, la jugada de China para promocionarse como la salvadora de Europa tiene por objetivo mejorar su posición en un escenario mundial, ya que ambos se enfrentan a la Administración Trump. China y EEUU han proseguido su lucha por la influencia mundial —Pekín expulsó a más de una decena de periodistas estadounidenses esta semana—, mientras que busca desviar la culpa de su manejo de la enfermedad.
En una entrevista con el periódico británico The Guardian, Natasha Kassam, exdiplomática australiana, dijo:
Ahora vemos a funcionarios y medios chinos afirmando que China permitió al mundo ganar tiempo para prepararse para la pandemia. Sabemos que la máquina de propaganda China es capaz de reescribir la historia, pero ahora vemos que se reproduce en el extranjero. La victoria del China sobre el COVID-19 ya está escrita, y las autoridades están esforzándose mucho para que ese mensaje se reciba en el extranjero.
En un ensayo para la publicación española Libertad Digital, el analista Emilio Campmany explicó con astucia:
El enorme aparato de propaganda chino se ha puesto en marcha. En Italia se sienten, con razón, abandonados por la Unión Europea y agradecen la ayuda que les está brindando el país asiático, convenientemente amplificada por los medios de comunicación italianos.
Se trata de una operación de propaganda que oculta varias verdades. La primera y más importante es que el culpable de esta pandemia es el régimen chino. No hace falta acogerse a ninguna teoría de la conspiración para señalarlo. Era archisabido que los mercados de animales salvajes vivos chinos constituyen un peligro de epidemia gravísimo. Y el severísimo régimen comunista de la república popular, que todo lo controla por el bienestar de los ciudadanos, ha sido incapaz de cerrarlos. Cuando surgieron los primeros casos, el eficientísimo Partido Comunista tardó una eternidad en reaccionar y dedicó sus muchísimos recursos tan sólo a ocultar la verdad. Cuando ya no pudo esconder lo que pasaba, intervino de manera brutal, y sólo de esa forma ha conseguido atajar la epidemia, no sin antes dar lugar por su negligencia a que el virus se esparciera por todo el mundo.
La segunda es que no es necesaria la bestialidad comunista para combatir eficazmente el virus. Se pueden lograr resultados infinitamente mejores con inteligencia capitalista, como ha demostrado Corea del Sur, que, habiendo sido mucho más capaz que China, no se dedica a pagar artículos en Occidente en los que se diga lo listos que son. Hace días que este país ha demostrado lo valioso que puede ser realizar test masivos. Ese es por ahora el mejor camino, y lo increíble es lo mucho que han tardado los italianos y los españoles en darse cuenta. Sin embargo, esa tardanza no es consecuencia de no estar bendecidos con sendos regímenes comunistas, sino de estar gobernados por incompetentes que, encima en nuestro caso, son eso, socialistas y comunistas.
China quiere aprovechar esta calamidad para arrebatar el liderazgo global a Estados Unidos. Será el país comunista el que nos fabrique las medicinas más enérgicas para combatir el virus. Descubrirá antes que nadie la vacuna y la distribuirá por todo el mundo en tiempo récord. Comprará nuestros activos e invertirá en nuestros países para rescatar nuestras economías. En definitiva, afirmará ser nuestro salvador.
GATESTONE
Soeren Kern es miembro principal del Gatestone Institute, con sede en Nueva York.