Algunas prácticas rituales judías debieron modificarse, a raíz de las cuarentena, buscando alternativas “no presenciales”.
Pero que ocurre en el caso del Brit. milá (circuncisión)? ¿Se puede posponer o suspender? ¿Se necesita minián? Dialogamos con el doctor Gregorio Spivak, médico y mohel (persona que realiza la circuncisión), para que nos aclare y nos instruya acerca de estas dudas.
“La circuncisión se debe hacer al octavo día del nacimiento. Lo que se está haciendo ahora es realizarla con la sola presencia del mohel , el bebé y sus padres, el festejo posterior, el “lejaim”, tan importante y tan ansiado y soñado por las familias, para celebrar este acontecimiento, se puede posponer para cuando finalice esta situación”.
El brit milá -continua explicando- es casi la única ceremonia que no necesita de minián, (quorum de 10 personas) la Halajá (Ley Judía) lo permite, porque en el caso de una gran ciudad como Buenos Aires, por ejemplo, hay muchas posibilidades de reunir un grupo de personas, (justamente pasa todo lo contrario) pero no ocurre lo mismo en pequeñas ciudades del interior o si pensamos en los Shtetls (aldeas) de Europa de nuestros antepasados”.
Respecto del seguimiento médico del bebé luego de la milá (circuncisión), explicó que se puede hacer de diferentes maneras, y que en lo personal él lo que él hace es comunicándose por teléfono, por medio de fotos o por cualquier otra herramienta. En el caso de necesidad, el mohel se acercará a la casa a ver al bebé, pero nunca debe salir el niño de la casa.
Sobre la pregunta del tiempo en que se podría postergar el Brit milá, Spivak señala: “La circuncisión según la Halajá marca el octavo día, no dice ‘hasta cuándo’. Desde el punto de vista médico, lo ideal es hacerlo lo antes posible”.
Se despidió Gregorio indicando a la gente “que se quedara tranquila, que el Brit milá se continúa realizando, con o sin minián”.
Radio Jai