El nazismo dejó tras de sí un rastro de devastación y muerte. Millones de personas perdieron la vida o a sus seres queridos. Fueron expulsados de sus hogares, de sus ciudades, de sus patrias. Los que sobrevivieron tuvieron que reinventarse y volver a empezar. Maria Altmann escapó del horror y pudo construir una nueva vida en los Estados Unidos. Años después, Austria, su patria natal, inició un proceso de restitución de obras de arte para intentar devolver a los judíos lo que el nazismo les había arrebatado. No podían resucitar a sus seres queridos, pero al menos quienes habían sobrevivido podrían recuperar lo que era legítimamente suyo. Sin embargo, el proceso no fue fácil.
María Altmann fue una mujer austriaca que padeció aquella pesadilla y vivió para contarla. María pertenecía a una familia acomodada de Viena. En su hogar había una importante colección de obras de arte y objetos de gran valor que fueron requisados por los nazis.