Plegaria de autorización del rabino Aharon Bernard Davids para comer jametz en el campo de Bergen-Belsen durante la festividad de Pesaj.
El manuscrito, de 1944, fue escrito o al menos dictado por el referido rabino, líder de la comunidad holandesa de Rotterdam en Holanda, y quizás también por el rabino Simon Dasberg, para sus comunidades, que habían sido enviadas al campo de concentración de Bergen-Belsen, autorizándolas a comer jametz durante los días de la festividad de Pesaj.
Se podría traducir de este modo:»Antes de comer Jametz diga lo siguiente con intención y devoción:Nuestro Padre en el cielo sabe que deseamos cumplir Su voluntad y observar la festividad de Pesaj comiendo Matzá y protegiéndonos contra el Jametz. Pero nuestros corazones están doloridos por el cautiverio que nos lo impide, y nuestras vidas están en peligro. Por la presente, estamos listos para cumplir los mandamientos. «Y vivirás según ellos (los mandamientos) y no morirás por ellos, y observarás la advertencia de «Cuídate y cuida mucho tu alma / vida». Por lo tanto, nuestra oración para tí es que nos mantengas vivos, nos sostengas y nos redimas rápidamente, para que podamos observar tus leyes y cumplir tu voluntad y servirte con todo nuestro corazón. ¡Amén!»
Hay testimonios de muchas historias de judíos que lograron mantener la observancia de Pesaj incluso en los campos de exterminio. En algunos casos, algunos lograban obtener harina de matzá y hornear sus propias matzot, incluso en esos infiernos. Otros lograron contrabandear matzot fuera de los campos, especialmente en los primeros años en que aún existían comunidades judías en los guetos. Pero en la mayoría de los casos, observar la prohibición de comer jametz significaba no comer siquiera las reducidas raciones de pan durante una semana, subsistir con papas (y tal vez con cáscaras de papas) durante ese tiempo y arriesgar la supervivencia misma.