EVENTO CORAL «KOOLULAM» EN LA TORRE DE DAVID

 

Judíos, musulmanes y cristianos, unos jóvenes, otros mayores, la mayoría desconocidos entre ellos, renunciaron a una noche de descanso por la oportunidad de cantar en inísono «One Love», de Bob Marley, en tres idiomas como muestra de unidad.

El evento fue organizado por Koolulam, una organización musical con fines sociales que puede reunir a la vez hasta 12.000 personas de distintos orígenes de la sociedad israelí para grabarlos mientras cantan y compartir los videos luego en Facebook, YouTube y WhatsApp.

La ocasión no fue casualidad.

Se trataba de Eid al-Fitr, la festividad que marca el final del mes de Ramadán, durante la cual los musulmanes se dedican al ayuno y a la introspección. Coincidía, además, con la visita a Jerusalén del Kyai Haji Yahya Cholil Staquf, secretario general de Nahdlatul Ulama, una organización musulmana con sede en Indonesia con más de 60 millones de miembros, lo que la convierte en la más grande de su tipo en el mundo.

Staquf había visto un video de Koolulam y se puso en contacto con la organización para decirles que venía a Israel y que quería ser parte de uno de sus eventos interreligiosos de música. Coincidía que la Torre de David, convertida en museo que cuenta la historia de Jerusalén, y Jerusalem.com (sitio web que ofrece visitas virtuales y en persona de Jerusalén) querían patrocinar un evento de estas características, dijo la cofundadora y directora general de Koolulam, Michal Shahaf Shneiderman.

“Fue una confluencia increíble y se ajustaba a nuestra idea de que cada persona puede ser parte de nuestros eventos sin importar su origen o qué cree”, dijo. “¿Y qué mejor escenario podría haber que este histórico lugar para recibir a personas de las tres religiones para cantar juntas en inglés, hebreo y árabe?”

Shneiderman dice que Koolulam se puso en contacto con grupos musulmanes y cristianos que podrían estar interesados ​​en participar. “Afortunadamente, todos vinieron y cantaron con nosotros”.

Se agotan los tiquetes

Los tiquetes para los eventos de Koolulam siempre se agotan rápidamente, pero esta vez había menos para la venta debido a las limitaciones de espacio en el museo. Se agotaron en siete minutos, lo que fue una decepción para la residente de Jerusalén Gaby Shine Markowitz, pero no por mucho tiempo.

“Mi hija participa en Kids4Peace y estaban ofreciendo tiquetes que habían comprado para familias, así que fui con ella, que tiene 11 años, y mi primo”, dijo Markowitz a ISRAEL21c.

La hora de inicio —medianoche— no fue un problema para ésta. “No hay muchas cosas como madre joven que soy por las que renunciaría a unas horas de sueño, pero nos pareció que era algo tan hermoso que decidimos ir. Es una iniciativa fantástica y lo digo como israelí y como alguien que le gusta cantar. Fue absolutamente increíble”.

Después de que los participantes entraran al museo se les entregaron hojas con la letra de la canción y se les dividió en tres grupos —soprano, alto y barítono— y se les dio 45 minutos para que aprendieran sus respectivas partes.

“La Torre de David es un lugar hermoso y cuando entramos había un espectáculo de luces, así que el ambiente era electrizante”, dijo Markowitz.

Staquf, junto con el hermano Franz von Sales y el rabino Yakov Nagen, activista interreligioso israelí, saludaron a los participantes una vez subieron al escenario.

A continuación, Yefet dirigió la interpretación de la canción, que se cantó cinco veces para el video, en la cual se oyeron las 800 voces.

“Terminamos a las 3:30 am, pero nos sentíamos como si fuera mediodía”, dijo Markowitz. “Se creó un ambiente muy potente y lleno de energía. Los ojos de mi hija brillaban. Me dijo: ‘Mamá, esta es una experiencia increíble’. Fue un privilegio ser parte de este grupo de judíos, cristianos y musulmanes cantando juntos en Jerusalén en la noche de Eid”.

Participaron en el evento la Asociación de Encuentro Interreligioso, la Iniciativa de Viaje de Coexistencia, Tiyul-Rihla, el Congreso Judío Mundial, Bayt ar-Rahmah y muchas otras organizaciones locales e internacionales dedicadas a relaciones interreligiosas.

Según Michal Lichtman, el evento fue la ocasión perfecta para llevar a cabo su visión de “transmitir buena energía a través del sonido y en un evento que incluye a todas las religiones” para honrar la memoria de su difunto marido.

La directora del Museo de la Torre de David, Eilat Lieber, dijo que agradeció “la oportunidad de reunir a tantas personas de todo el mundo para promover mensajes de paz, respeto y amistad”.

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