El tesorero de la DAIA Marcos Cohen, brindó detalles de la reunión que mantuvieron con el Secretario de Culto de la Nación para trasladar las inquietudes de las instituciones que representa en relación con los efectos de la cuerentena dictada por la pandemis de Coronavirus.
“Nosotros estamos en contacto constante con Guillermo Oliveri y con otros ministros del gobierno también, sobre todo a partir de esta situación de pandemia. Dentro de las instituciones adheridas a la DAIA tenemos escuelas, templos, sociodeportivas y con cada una de las áreas estamos conectados”, indicó Cohen.
Acerca del temario que la DAIA llevó al encuentro, el tesorero de la delegación dijo:“Pedimos la reunión con Guillermo Oliveri por toda la situación que están viviendo nuestros templos a partir de la pandemia, con la imposibilidad de desarrollar las actividades habituales y con todas las consecuencias que trae aparejadas, tanto a nivel espiritual y emocional, como económico. Lo que le manifestamos al secretario de culto es, en principio, que no queremos ningún privilegio como comunidad judía con respecto a otros credos, pero que necesitamos saber de qué manera van a poder continuar con la actividad que realizan los templos, las comunidades, y de la misma manera en que se le brindo ayuda a las empresas con respecto al pago del 50% de los sueldos, las instituciones que encima no son con fines de lucro, estén también en condiciones de recibirla. Se amplió ese panorama también a las instituciones que llegaron tarde a la inscripción, por lo cual pedimos la posibilidad de una prórroga para que las comunidades que todavía no lo habían realizado, también lo puedan hacer”.
Las instituciones con más dificultades son las educativas, por el alto presupuesto que mayoritariamente está comprendido por los salarios del personal y los aportes derivados.“La comunicación con el ministro de educación Trotta tiene que ver con el tipo de asistencia que está adquiriendo (brindando) el ministerio de educación nacional para todo lo que es la enseñanza privada”. Cabe señalar que a diferencia de la educación pública que ha mantenido los haberes de sus docentes, las escuelas privadas no cuentan con ningún tipo de ayuda para solventar dichas erogaciones, al tiempo que muchas familias no pueden afrontar el pago de las cuotas por la pérdida de sus ingresos.
Respecto del contacto con las instituciones adheridas Cohen detalló el formato utilizado hasta el momento: “En esta situación de reuniones virtuales, en las últimas dos semanas, la DAIA realizó un encuentro ejecutivo. Nos reunimos con todas las escuelas, participaron 27 establecimientos, hicimos otro zoom con las sinagogas donde participaron 47 templos y el jueves pasado con las sociodeportivas, hubo 15 instituciones en la reunión. Hicimos una reunión también con las 25 filiales del interior, y esta semana vamos a hacerlo con el resto de las afiliadas que en general son asistenciales como Tzedaká, AMIA y otras, que están trabajando mucho en la otra área que es la asistencia directa a la gente que está pasando por un mal momento”.
Hay algún plan para la contingencia y su salida?. “Desde nuestro marco estamos trabajando en el día después que para nosotros ya llegó, porque hay muchas cosas que ya se modificaron y van a continuar distintas a cómo eran antes del 20 de marzo. Sería faltar a la verdad decir que existe un plan maestro para todas las instituciones de la comunidad judía argentina. No hay un plan, sí hay buenas intenciones de la dirigencia y en este momento cada uno está reportando sus problemas actuales. Es difícil diseñar como va a quedar la comunidad judía parada el día después” reflexionó.
Marcos Cohen explicó que ésta situación “no es como en el 2001 donde el problema éramos la sociedad argentina únicamente, es un problema mundial”. Según el Tesorero de DAIA, esa diferencia condiciona la ayuda que pueda llegar desde el exterior tal como sucedió en dicha crisis económica.
La incógnita que puede decidir el destino de muchas instituciones se centra en lo que sucederá en las Altas Fiestas, Rosh Hashaná y Iom Kipur, que es para muchas de ellas, el momento para conseguir una parte importante del presupuesto de las mismas.“Sería muy duro para la comunidad judía no poder congregarse los días de las altas fiestas, desde lo emocional y espiritual, como lo económico. Encontrando un protocolo adecuado tenemos que seguir trabajando para que la comunidad no viva separada como lo vivimos en Pesaj en esta oportunidad”, concluyó Cohen.
Radio Jai