Los anticuerpos desarrollados en Israel podrán acabar pronto con la pandemia?
El Instituto Biológico de Israel confirmó ayer que logró desarrollar un anticuerpo para luchar contra el coronavirus. ¿Cuál es la función del mismo y por qué debemos mantener un optimismo cauteloso?
El lunes, el ministro de Defensa, Naftali Bennett, anunció un «avance significativo» en la búsqueda de un antídoto para el coronavirus. El Instituto Biológico de Israel y el ministro afirmaron en una declaración conjunta que se trata «de un anticuerpo que ataca el virus y sabe cómo neutralizarlo en el cuerpo del paciente».
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, expresó ayer en una conferencia de prensa que el Instituto Biológico en Ness Ziona se encuentra entre los cinco centros que están en la carrera para desarrollar una vacuna contra el coronavirus. Entonces, ¿estamos realmente en camino hacia el final de la pandemia, y qué hace exactamente este anticuerpo?
¿Qué desarrolló exactamente el Instituto Biológico de Israel?
Hace unos dos meses, el primer ministro dijo que las mejores mentes del Instituto Biológico están en etapas avanzadas de desarrollo para una vacuna contra el coronavirus. El instituto, que opera en secreto, está bajo la responsabilidad del Ministerio de Defensa y, en la mayoría de los casos, se abstuvo de informar sobre sus avances.Al ser consultado por Ynet, el Instituto confirmó que las investigaciones para el desarrollo de una vacuna están en curso, pero aún no pueden realizarse ensayos en humanos. Ayer, el centro anunció que había logrado desarrollar un anticuerpo contra el coronavirus, pero señalaron que, a pesar del avance, aún no pueden hacerse pruebas en humanos. ¿Qué hace un anticuerpo en el cuerpo?Después de que el coronavirus penetra en el cuerpo, a través de las vías respiratorias, se adhiere a las células pulmonares usando las “puntas” de su superficie llamadas «Spikes». Esto produce una cadena de procesos que le permite disolver la envoltura de la célula pulmonar humana, penetrar en el núcleo de la misma y usar nuestro ADN para generar su propia carga genética.Durante la adhesión del virus a la célula humana, el sistema inmune comienza a actuar: los anticuerpos se dirigen a la célula infectada y la “marcan”, para de este modo enviar una señal a las células del sistema inmune para que lleguen y ataquen. Miles de millones de glóbulos blancos comienzan a llegar a las áreas de invasión del coronavirus con un objetivo: destruirlos. Para que las mencionadas células lleguen al “combate”, se segregan citoquinas o interleucinas, que median en estos procesos y crean otros adicionales que podrían estimular el proceso inflamatorio y, por lo tanto, crean un “campo de batalla”.Los anticuerpos son, entonces, los «soldados de primera línea» que enfrentan al invasor -el coronavirus en este caso- neutralizándolo, y le envía una señal al sistema inmunológico para que llegue a la zona y destruya las células infectadas por el virus. ¿Qué anticuerpo desarrollaron en el Instituto Biológico? El Instituto Biológico está operando bajo un alto grado de secreto, pero sus científicos probablemente hayan podido desarrollar una vacuna pasiva que contiene anticuerpos de memoria corta cuya función es neutralizar el virus, pero no tiene capacidad de memoria a largo plazo. Dichas vacunas ya existen en el mundo médico, algunas de las cuales probablemente ya han recibido.Por ejemplo, la vacuna antitetánica contiene anticuerpos IgG, que neutralizan la clostridium tetani, una bacteria extremadamente violenta que a menudo infecta a las personas por un corte en el cuerpo. La vacuna “resiste” en el cuerpo unos cinco años, y a veces menos, y por lo tanto cada cinco años la vacuna debe aplicarse nuevamente.La vacuna contra la rabia también contiene anticuerpos IgG, que neutralizan específica e inmediatamente el virus. La vacuna se administra en varias dosis a aquellos mordidos por animales no vacunados contra la rabia. ¿Qué tipos de anticuerpos actúan contra el coronavirus?Tras la infección inicial, el virus del anticuerpo IgM se infiltra en el área que le indica al sistema inmunológico que alcance y ataque las células infectadas. Aproximadamente dos semanas después de la infección, el cuerpo comienza a producir anticuerpos a largo plazo llamados IgG. No sólo neutralizan el virus, sino que también tienen capacidad de memoria.Los anticuerpos IgG «recuerdan» el virus invasivo, por lo que la próxima vez que intenten infectar las células del cuerpo y proliferar, lo reconocerán de inmediato, lo bloquearán, lo neutralizarán y le indicarán a los glóbulos blancos que lo destruyan, incluso antes de que produzca un daño. Este es en realidad el anticuerpo más importante, que indica que la persona está inmunizada.
¿Cuál es la diferencia entre vacuna pasiva y vacuna activa?Una vacuna activa incluye algunas proteínas genéticamente modificadas, lo que hace que el sistema inmunológico «piense» que es un virus o bacteria real. El sistema inmunológico ataca las proteínas creando anticuerpos contra ella, idénticos a los anticuerpos contra el virus o la bacteria misma. En lugar de una proteína, a veces se usa un virus muerto o atenuado, que no causa la enfermedad, pero también genera que las defensas del cuerpo «piensen» que es una infección real, por lo que producen anticuerpos contra ella. La vacuna pasiva, que introduce anticuerpos «preparados» en el cuerpo, sin la necesidad de que el cuerpo tenga que crearlos, protege sólo por un breve lapso de tiempo, y ante cualquier temor de infección recurrente debe administrarse nuevamente. En contraste con la vacuna pasiva, la activa requiere que el cuerpo produzca anticuerpos por sí mismo, razón por la cual protege por un largo período, a veces durante décadas. ¿Acaso el anticuerpo desarrollado acabará con la crisis de coronavirus?Dado que la naturaleza del anticuerpo aún no está clara, esta pregunta es difícil de responder, pero es probable que sea demasiado pronto para entusiasmarse. Si el anticuerpo se desarrolla, seguramente derive en una vacuna pasiva, es decir, específica, para aquellos infectados con coronavirus. Dicha vacuna puede funcionar contra el virus que ha invadido el cuerpo, pero no tiene «memoria inmunológica», por lo que es poco probable que produzca protección a largo plazo contra el contagio, y probablemente no sacará al mundo de la crisis de coronavirus.