Quizás ningún pueblo en el mundo colocó a la madre en un pedestal tan alto como lo hizo el judaísmo a lo largo de todas las generaciones. La madre fue convertida en una imagen que despierta profundos sentimientos y la añoranza del alma. Representa el máximo ideal, el prototipo de bondad y el espíritu de sacrificio. Los judíos representan a la madre como algo sacro. La madre histórica pasó su vida en un mar de penurias y dolor.¿Cuántas lágrimas derramó cuando faltó en la casa un pedazo de pan y un poco de leche para mitigar el hambre y evitar el llanto de sus hijos?
Una de las canciones más renombradas de la madre judía es “My Yiddishe Mame”:Mi querida mamá,
por mí ya no debes llorar.Mi querida mamá..mamá…ma…cerca de ti yo voy a estar.Ya no me voy, no sufras más,ya no, no me iré jamás.Ahora estoy muy cerca de ti,por fin ya te puedo besar…
El amor de la madre judía hacia sus hijos fue siempre algo muy mencionado en la literatura y la liturgia judías. Incluso hay canciones que los soldados israelíes que iban al frente cantaban a sus madres para explicarle que no debía preocuparse, que ellos regresarían para abrazarla y besarla, porque siempre fue el símbolo del amor, de la tolerancia y del cariño, de ella hacia sus hijos, y del respeto de éstos hacia ella.