La sanguinaria historia del pogrom antisemita que quedó oculto dentro de la Semana Trágica

Yaacob Rubel es sociólogo, egresado de la Universidad Hebrea de Jerusalem, especialista en temas de educación e investigador de la historia de la comunidad judía argentina, y una palabra más que autorizada para analizar la semana trágica  ocurrida en 1919 y que constituye el único pogrom anti-judío de Latinoamérica.

Con respecto a la Semana Trágica, año tras año nos preguntamos por qué razón, aparece en nuestra comunidad como un hecho no recordado. Rubel lo analiza:

“Podríamos recordar que, quizás, hay algún cambio en el trabajo de algunos historiadores a partir de la década del ’60. En concreto, la Semana Trágica no forma parte del tipo de eventos al cual las instituciones le dedican tiempo, un ejemplo es que en 2019, fue el centenario de la Semana Trágica y que era una oportunidad importante, como son por lo general este tipo de números redondos, ‘cien años’, como para dedicar bastante tiempo y esfuerzo a esto y no hubo ninguna conmemoración especial”.

Poco aparece en los medios, más allá de los comunitarios o que trasciendan fronteras como Radio Jai, y apenas en  alguna publicación del Seminario Rabínico Latinoamericano, que a través de su Centro de Estudios de Religión Estado y Sociedad, organizó una jornada de estudio en ese mismo año con la colaboración de Perla Sned de la Untref, la Universidad Nacional de Tres de Febrero y de Silvia Hanssman, en el cual hubo más de veinte ponencias sobre distintos temas  no todos relacionados con la Semana Trágica, sino que aprovecharon también para abordar temas relacionados con el antisemitismo en Argentina a partir de la Semana Trágica, y que son los dos únicos eventos que se recuerdan. Pero en cuanto al abordaje de la Semana Trágica, no forma parte del interés de muchas instituciones.

“A veces el olvido es una forma de memoria”, sorprende Rubel, pero se refiere a que la actuación de los dirigentes judíos de la época relacionada con el tema, también es un punto muy importante que se puede ampliar. Otro párrafo a dedicarle a los dirigentes comunitarios respecto de cómo han actuado en situaciones de crisis.

Otro análisis que se hace, tiene que ver con el abordaje de “lo judío” desde lo religioso,  o como identidad marcada en un contexto, y aquí el entrevistado hace un paréntesis: “Hay que tener cuidado cuando se aborda el tema de los judíos como religión o como grupo étnico, porque no son términos, es decir, si uno lo mira desde la perspectiva de un grupo étnico, también abarca lo religioso, y lo religioso no abarca otros aspectos; hay evidentemente un componente ideológico que habría que tomar en cuenta”.

El investigador comenta que hubo una presentación al gobierno, por parte de un grupo de dirigentes de instituciones judías, con un memorándum en donde planteaban lo referido a los saqueos, las muertes y las violaciones durante la Semana Trágica. A su vez, hace dos acotaciones para considerar: “Una, a pesar de todos los atropellos, a pesar de los testimonios de la época, por mencionar al periodista César Reily, o un artículo muy importante de Yosef Mondelson en Idish, que lo planteaba realmente como un pogrom, porque la saña de la policía en ese momento fue muy grande y no se puede decir que estuvieron buscando a los rusos comunistas o a los rusos revolucionarios. Pero vale la pena recordar, como judíos y como argentinos; que el gobierno de Yrigoyen no tomó ninguna medida para investigar los acontecimientos con los judíos de la Semana Trágica. Esa es una deuda pendiente que valdría la pena recordar -remarca Rubel-.

No hubo ningún juicio, no hubo detenidos, no hubo nada, y pasó como si nada, porque tampoco la comunidad judía siguió insistiendo o reclamando al gobierno, para que encuentre a los culpables y les dé la merecida pena.

El doctor Ramón Carrillo ¿Ángel o demonio?

Hay un concepto generalizado desde hace muchas décadas que tiene que ver con la presencia y recepción de nazis en Argentina, y  el rol del peronismo en este contexto.
Si bien Rubel prefiere no opinar de Carrillo ya que le es un tema ajeno, sí elige referirse a la llegada de los nazis y la actitud del pueblo con respecto a esto.

“Habría que plantearlo en un sentido mucho más amplio, ya que después de la Segunda Guerra, muchos países, incluido Rusia y Estados Unidos, trataron de llevarse a científicos especialistas nazis alemanes, a sus respectivos países. Ahora, si lo relacionamos nada más con Argentina, no estamos mirando todo el panorama global y vale la pena en estos aspectos tener una visión comparativa”, explica Rubel y agrega que eso no invalida el hecho de que llegaron muchos nazis y que uno de los consejeros de Perón, era un nazi convicto y confeso.

“Es lo mismo, o se puede comparar, si un país le da cabida a criminales nazis, el país que dijo `bueno los científicos sirven para mi carrera espacial para mi carrera armamentística´. No estoy disculpando a nadie, pero estoy diciendo que una cosa es cerrar los ojos y hacer que no me enteré de nada, porque quiero ganarle, en mi carrera espacial a Rusia, o es mejor decir, “tú que torturaste, violaste y mutilaste, vení a la Argentina”.

Radio Jai 

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