HELPERS, LA APP QUE SALVA VIDAS

RAB MICHAEL RUBINSTEIN
El rabino Michael Rubinstein desarrolló una aplicación móvil que aspira a asistir a personas en situaciones de emergencia. En entrevista exclusiva con Ynet Español cuenta el origen de una idea que «nace de la filosofía judía sobre el valor de la vidahelpers se define como una ONG sin fines de lucro que busca crear una red social de voluntarios capacitados para salvar vidas en caso de emergencia. 
La idea se basa en conectar -a través de una aplicación móvil- a voluntarios que se encuentren en una zona cercana al lugar de los acontecimientos y que requieran de una inmediata reacción. «No se trata de reemplazar a las emergencias móviles, por el contrario, se trata de apoyarlas sembrando en cada rincón del país personas capaces de brindar primeros auxilios hasta la llegada de los profesionales», se explica desde su organización.
Su creador es el rabino Michael Rubinstein, quien en diálogo exclusivo con Ynet Español reveló detalles de esta iniciativa que aspira a salvar vidas que puedan encontrarse en peligro: «Hasta este momento tuvimos más de 1500 eventos y 172 personas asistidas. Los casos son muy diversos. Gracias a D’s pudimos ayudar a salvar sus vidas».
¿Cómo surgió la idea de Helpers?
Yo había sido voluntario en Maguen David Adom en Israel desde los 15 años. Hice el curso de asistente de ambulancia, terapia intensiva y atención en atentados. Luego, también realicé el curso de profesores de primeros auxilios y enseñé sobre la materia en idioma español para muchos jóvenes judíos que se encontraban capacitándose enIsrael.En 2011 me traslade hacia Uruguay, designado como rabino de la comunidad Yavne en ese país. 
A partir de ese entonces, mi tarea como voluntario se vio limitada. Ya no podía actuar en ambulancias, y la aplicación de mis conocimientos se redujo a situaciones puntuales que suceden cotidanamente en la calle: desmayos o accidentes de tránsito. Situaciones, generalmente, irrelevantes o de mínima consideración. 
Pero en 2015, en un domingo de invierno, al salir del cementerio judío ubicado en la ciudad de La Paz (Canelones), me encontré en la ruta presenciando un severo accidente de tránsito. Sin siquiera dudarlo, bajé de mi auto para colaborar con los primeros auxilios de las víctimas involucradas.
Al aproximarme distinguí dos heridos: un bebé -que lloraba asustado- pero no parecía herido, y su madre, cuya pierna presentaba una herida cuya hemorragia era visiblemente grave. 
Entendí enseguida que se trataba de un profundo corte un su arteria femoral, una de las más importantes del cuerpo. No había otra alternativa que salvar su vida haciendo un torniquete que detuviera ese sangrado profuso. Mientras realizaba la tarea, pedí a un transeúnte que llamara a la emergencia móvil. 
Era una situación crítica, un escenario muy duro, donde cada minuto podía hacer la diferencia entre la vida y la muerteTerminé de realizar la maniobra sabiendo la importancia que representaba la presencia de una ambulancia en el lugar para poder efectivizar el traslado de la mujer. Pero esta recién apareció a los 50 minutos. Me pareció una eternidad. 
La espera fue tan larga como dura. Incluso, minutos antes de que arribara la ambulancia, la mujer perdió el conocimiento.Finalmente, cuando la emergencia móvil arribó al lugar y la doctora se aproximó a la escena, una vez que le di mi reporte de la situación no puede contenerme y me sentí en la obligación de preguntarle: «¿cómo es posible que demoraran tanto tiempo en llegar?». 
Como voluntario en Israel yo siempre había estado acostumbrado a que un asistente no demora más de tres minutos en llegar a una emergencia, y que la ambulancia jamás demora más de diez minutos. Pero entonces la doctora me miró y me dijo una frase que cambió mi vida para siempre, dado que considero que Helpers nació como consecuencia de ello: «señor, no podemos llegar más rápido».
Hay dos tipos de personas en el mundo: están los que cuando escuchan que algo es imposible, se rinden; y están en quienes como piensan alternativas para encontrar una solución al problema. En ese momento me di cuenta que el segundo de ellos era el camino que debía tomar. Me molestó muchísimo tan solo pensar que un bebé pudo haberse quedado huérfano en esa ruta. Llegué a casa y mi esposa Rut me incentivó a investigar, a hacer algo al respecto.

Y así fue como empecé a recabar información. Por ejemplo, en Uruguay mueren 3.600 personas al año por muerte súbita, por ambulancias que no pudieron llegar a tiempo, en los primeros minutos de una emergencia. Si a eso le sumamos los muertos en accidentes de tránsito, paros respiratorios y otras causas, podríamos llegar a una cifra de 16.000 muertos al año. Es un número inaceptable. 
En Argentina esta situación puede ser aún peor. El exdirector de prevención de la nación llegó a decirme que, según sus estimaciones, mueren en el país 40.000 personas al año por muerte súbita y alrededor de 100.000 si se suman otras causas. Todo porque una ambulancia no puede llegar a tiempo al lugar donde se desata una emergencia.
Fue así que me nació la obligación de tener que reaccionar al respecto, especialmente porque esos números no tienen caras. Como rabino he acompañado a muchísimas familias en duelo, y sé lo que representa el dolor de una muerte.

Por eso nace Helpers, para salvar, por lo menos, una vida. Logrando eso, la misión ya estará cumplida.Una app, entonces, puede salvar vidas?La respuesta es sí y no, al mismo tiempo. La app por si sola no puede salvar vidas, pero las personas que se conecten a través de ella si pueden hacerlo. La innovación de Helpers no es solo tecnológica, sino que mezcla tres pilares fundamentales: 1. Formación de personas en primeros auxilios. 
2. Aplicación de alto nivel de desarrollo que permite contar en tiempo real con todos los voluntarios cercanos a una emergencia, propiciando su rápida y eficiente presencia en el lugar del hecho. 
3. Conciencia social. Trabajando en las redes y en los medios para generar entre la sociedad sobre una concientización respecto al valor infinito de la vida, la solidaridad, la sensibilidad y la responsabilidad. Esa es la mezcla que realmente salva vidas. La tecnología tan solo resulta ser el canal que permite que cientos de personas puedan ayudar a otras.Cómo es su funcionamiento en concreto?

Por un lado entrenamos a personas para ser Helpers. En ese entrenamiento enseñamos el modo de asistencia y reacción en casos de emergencia, cómo hacer RCP (reanimación cardiopulmonar), de qué modo utilizar el desfibrilador y los métodos de asistencia para personas en situaciones de riesgo. 
Capacitamos a miles de personas por año. Luego, la aplicación permite a una víctima -o a alguien que presencie una situación de emergencia- a dar aviso sobre la situación, momento en el que automáticamente suceden estas acciones: 
1. La app envía un mensaje a las 40 personas más cercanas y más capacitadas para solicitarles su ayuda. Los denominados helpers que pueden colaborar en la situación ingresan a un espacio de conversación dentro de la app, en el que podrán observar un mapa en tiempo real y, al mismo tiempo, estarán habilitados para dialogar con quien requirió asistencia. 
Paralelamente, los helpers pueden sostener conversaciones en simultáneo para una mejor evaluación de la emergencia.
2. Inmediatamente, se genera una comunicación con un operador profesional de la salud con la persona que pidió ayuda. 
En esta instancia se generan más datos sobre qué es lo que esta ocurriendo. Así, se brinda información a los helpers para que sepan que hacer y, a su vez, poder coordinar de manera efectiva la asistencia de los servicios de emergencia.Quien salva una vida, salva al mundo entero»… ¿Cuánto de inspiración hay en esa enseñanza?

Es la base de la filosofía de Helpers. El valor de una vida es infinito y una persona vale tanto como el mundo entero. Eso significa que cada uno debe hacer lo máximo que esté a su alcance para salvar la vida del otro, de la misma forma que le gustaría que su vida fuera salvada en caso de riesgo. Cuando era niño solía tener un juego: imaginaba de qué modo se componían las vidas de las personas que me cruzaba por la calle. 
Entonces me preguntaba: cuántos hijos tendrían, cómo se llamarían, hacia dónde se dirigen, qué sienten, qué piensan, etc. Siempre pensé que cada uno es como yo, es decir, cada vida es un mundo entero. Así, mediante el versículo «amarás a tu prójimo como a ti mismo», logramos crear sensibilidad y responsabilidad en todos los helpers.

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