LOS JUDIOS DEL VIRREINATO

La historia de los judíos en Argentina es bastante extensa, ya que es anterior a la propia República. La permanencia de los judíos en Buenos Aires se remonta al año 1619 cuando llegaron a Buenos Aires ocho navíos con inmigrantes criptojudíos de Lisboa y Lima y luego con las sucesivas olas migratorias. 

Los judíos han vivido durante siglos en el país, sin embargo, no se tienen registros de grandes poblaciones judías hasta los siglos XIX y XX. Algunos de los judíos que huían de la Inquisición española y portuguesa se establecieron en lo que hoy es territorio argentino, pero se asimilaron en la sociedad rioplatense.
Cerca del año 1810, judíos de Francia y otras partes de la Europa occidental comenzaron a instalarse en territorio argentino. En las Provincias Unidas del Río de la Plata, la Asamblea General Constituyente realizada el día 24 de marzo de 1813 declaró la extinción de la Inquisición. Ello no significó que los judíos podían vivir libremente en lo que sería la actual Argentina. Pasaron muchos años para que empezaran a llegar judíos y se asentaran libremente.

En 1846 una corriente de judíos llegó al país desde Alemania, cuyo número se desconoce. Antes de 1855, los judíos emigraron de la Europa Occidental y se asentaron en Buenos Aires. En el año 1853 comenzó la existencia del judaísmo argentino como comunidad. Esta inmigración continuó hasta mediados del siglo XIX.

A mediados del siglo XIX los judíos que vivían en la Argentina no superaban los 100. En 1862, ante la proximidad de Pésaj, ese reducido grupo pensó en reunirse en una entidad comunitaria. Diez hombres se reunieron para orar y así nació la Congregación Israelita de Buenos Aires, más adelante llamada Congregación Israelita de la República Argentina. 
Su primer presidente fue Segismundo Aguerbag. En 1876 el gobierno argentino autorizó el ejercicio del Ministerio del Rabinato Judío, promoviendo el impulso de la inmigración judía desde el Imperio ruso. En 1888 ocho familias de agricultores judíos inmigraron y fundaron Moisés Ville (en la provincia de Santa Fe). Luego 50 familias fundaron la desaparecida Colonia de Aronsville.
Para fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, muchos judíos asquenazíes llegaron al país desde la Europa Oriental, huyendo de persecuciones y pogromos. Los inmigrantes judíos al llegar a la Argentina, trabajaron como agrónomos y viñateros en Mendoza, y como ingenieros en Tierra del Fuego, durante el periodo de 1883 a 1886. Otros desempeñaron cargos obreros, estancieros e industriales.

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