La jalá es no solo un alimento físico, es también espiritual; cada ingrediente se convierte en una inspiración para pedir bendiciones a Dios. Cada ingrediente tiene un significado:
La harina debe cernirse a fin de separar lo bueno de lo malo, lo permitido de lo prohibido.“Por Favor ayudarme a sacar el mal de mi corazón, y anular todos los malos pensamientos y las palabras y frases que pudieran herir a mi pareja. También para ver lo bueno de mi pareja”
Al agregar la levadura: “Permíteme ser una mujer activa, entusiasta y alegre. Que no caiga en la rutina del matrimonio y pueda encontrar maneras de reavivar cada día nuestra relación”
Al agregar azúcar: “Lo dulce representa el Jesed (misericordia), misericordia y calidez en nuestras vidas. Ayúdame a ser una mujer digna, que sea una madre ejemplar, amorosa, agradable, cariñosa y tierna. Que sepa utilizar solamente palabras bonitas, que bendigas a mi esposo y mis hijos con mucho amor. Ayúdame a perfeccionar mi dulzura”
Al agregar agua: “La Torá es comparada con el agua: Ayúdame a formar un hogar donde se estudie la Torá con alegría, amor y constancia, a mí y todos los hijos de Tu pueblo. Ya que la Torá es nuestra guía, y la base del hogar.
Al agregar la sal: Representa los límites. “Ayúdame a tener los límites adecuados, controlarme y no enojarme en todas las situaciones que se presentan en la casa. Que sepa marcar límites correctos a mis hijos con amor, para que logren tener equilibrio en el alma.
Al agregar el aceite: Simboliza la bendición. Al aplicarlo, pedimos a Dios que bendiga todos nuestros actos y la educación de nuestros hijos. Dios bendice nuestro hogar y envíanos el sustento. Danos claridad en nuestros pensamientos para mantenernos apegados a Ti para siempre”
Al momento de amasar: “Por favor que tenga suavidad y flexibilidad, que todos tengan salud en el cuerpo y en el alma para servir a Dios. Que todas las parejas se entiendan entre ellas y sean flexibles y suaves con los demás”.
Antes de separar el trozo de jalá se recita la siguiente bendición: “Bendito eres Tú, Di-s nuestro Señor, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado separar jalá”. A continuación, se separa el tamaño de una aceituna de masa y se lo quema en el fuego.
Mientras se preparaba la masa, se entregaron regalos a las participantes.