Investigadores israelíes establecieron que, si bien la contribución directa de los cananeos a las poblaciones modernas no puede cuantificarse con precisión, podría representar más del 50 por ciento de la ascendencia de muchos judíos y habitantes de lengua árabe que viven en la región hoy
El estudio, publicado en la revista especializada Cell, fue preparado por científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén en base a una nueva serie de análisis de ADN realizada sobre los restos de setenta y tres personas.
«Las poblaciones en el Levante Mediterráneo Sur durante la Edad del Bronce no eran estáticas«, explicó el profesor Liran Carmel, quien investiga el ADN antiguo y la evolución humana.
«Más bien -añadió-, observamos evidencia del movimiento de personas durante largos períodos de tiempo desde el noreste del Antiguo Cercano Oriente, incluidas las modernas Georgia, Armenia y Azerbaiyán, hacia la región del sur de Levante».
Los protagonistas de esta historia son los cananeos, el pueblo que los antiguos textos bíblicos señalan como los habitantes de la región del Levante del Sur, que ahora abarca Israel, Jordania, El Líbano y partes de Siria, durante la Edad del Bronce (cerca del 3500 al 1150 antes de la era cristiana).
Según explicó el profesor Carmel, «aunque vivían en diferentes ciudades-estado, los cananeos eran cultural y genéticamente similares«. Además, añadió el académico israelí, «esta región fue testigo de muchos movimientos demográficos posteriores, con personas provenientes del noreste, del sur y del noroeste».
Carmel y sus colegas llegaron a estas conclusiones basándose en un análisis de las setenta y tres nuevas muestras de ADN antiguas que representan principalmente individuos de la Edad del Bronce Media a Tardía de cinco sitios arqueológicos en todo el Sur de Levante.
A estos nuevos datos, los investigadores agregaron datos previamente reportados de veinte individuos de cuatro sitios para generar un conjunto de datos de noventa y tres muestras. El análisis genómico mostró que los cananeos formaban un grupo claramente definido.
Los datos sugieren que los cananeos descendían de una mezcla de poblaciones neolíticas locales anteriores y otras relacionadas con el Irán calcolítico y/o el Cáucaso de la Edad de Bronce, explicaron desde la Universidad Hebrea de Jerusalén.
«La fuerza de la migración desde el noreste del Antiguo Cercano Oriente, y el hecho de que esta migración continuó durante muchos siglos, puede ayudar a explicar por qué los gobernantes de las ciudades-estado en Canaán a finales de la Edad del Bronce llevan nombres no semíticos y hurritas«, señaló por su lado el doctor Shai Carmi, otro de los autores del reporte.
«Hubo conexiones fuertes y activas entre estas regiones a través de movimientos de personas que ayudan a comprender los elementos compartidos de la cultura», amplió.
Si bien la contribución directa de los cananeos a las poblaciones modernas no puede cuantificarse con precisión, los datos sugieren que un componente más amplio del Cercano Oriente, incluidas las poblaciones del Cáucaso y las montañas Zagros, probablemente represente más del 50 por ciento de la ascendencia de muchos grupos judíos y de lengua árabe que actualmente viven en la región, dijeron los académicos.
El profesor Carmel informó que ahora están trabajando para extender su muestreo, tanto geográficamente como a lo largo del tiempo.
«Queremos analizar muestras de la Edad del Hierro de diferentes áreas del sur de Levante», dijo. «Esto puede arrojar luz sobre la composición de las poblaciones en los reinos de la región mencionados bíblicamente, entre ellos Israel, Judá, Ammón y Moab«, completó.