El acto de abrazar tiene un poder emocionalcapaz de disipar las emociones negativascomo la ira, el miedo, la ansiedad, el odio y la tristeza. .Una de las cosas que más extrañamos durante la epidemia del coronavirus es, sin duda, el abrazar a nuestros seres queridos.
Esto nos provoca mucha angustia y amplía nuestra sensación de soledad exacerbada por el confinamiento.
El New York Times en una nota de Tara Parker Pope aparecida a comienzo del mes de junio, concluye que, si no hablamos o tosemos mientras abrazamos, el riesgo debería ser muy bajo. De todas formas lo ideal sería evitarlos, pero si necesitamos uno, hay que tomar precauciones:
* Usar una mascarilla, abrazar al aire libre y evitar tocar el cuerpo o la ropa de la otra persona con el rostro y la mascarilla. No abrazar a alguien que esté tosiendo o tenga otros síntomas.
*Apuntar las caras en direcciones opuestas y no hablar ni toser durante el abrazo.
*Hacerlo rápido y brevemente. Retroceder rápido para no respirar en la cara del otro. Lavarse seguidamente las manos. *Tratar de no llorar, ya que las lágrimas y el goteo nasal incrementan el riesgo de entrar en contacto con más fluidos que contienen el virus.
Si bien algunas de las precauciones pueden parecer un gran esfuerzo para un simple abrazo, las personas necesitan opciones dado que la pandemia nos acompañará por un buen tiempo.
*Se puede permitir a los niños que abracen al adulto a la altura de las rodillas o cintura, siempre mirando en direcciones opuestas y cambiándose la ropa seguidamente y con lavado de manos.
*Se puede besar a un niño en la parte posterior de la cabeza siempre con mascarilla y tratando de contener el aire en ese breve contacto de no más de 10 segundos y retrocediendo inmediatamente a dos metros de distancia.
Como ven, no es sencilla la tarea, por lo tanto reservar el abrazo, siempre que podamos cumplir con todas las indicaciones, sólo para personas muy cercanas ya que es realmente de cuidado el procedimiento y el abrazo debe ser placentero.