Durante varias décadas, dos misteriosas momias egipcias se mantuvieron entre los tesoros de la unidad de almacenamiento de los Museos de Haifa. De pequeño tamaño, unos 40 cm. de largo, se sabía muy poco de ellas, excepto que fueron donadas al museo hace unos 60 años, y que databan de un período entre 3 000 y 2 500 años.
El lunes, las momias fueron llevadas al Campus de Salud de Rambam para una tomografía computarizada, que permitió tanto al personal del museo como del hospital que acudieron a la sala viajar en el tiempo revelando el contenido de los sarcófagos.
“Queríamos entender más sobre las momias, y decidimos llegar a Rambam”, informó el director general de los Museos de Haifa, Yotam Yakir, al Jerusalem Post. “A pesar de la emergencia del coronavirus, respondieron increíblemente rápido. El hospital está a una distancia muy corta de nuestro museo, así que ayer los transportamos cuidadosamente hasta allí”.
Yakir describió la experiencia de asistir al escaneo como “increíble”.
“Mientras que en el caso de una momia todavía es difícil entender lo que oculta, la segunda era claramente un pájaro, un halcón”, afirmó. “Su cabeza parecía estar cubierta por algún tipo de máscara. Era increíblemente excitante”.
La Dra. Marcia Javitt, directora del Departamento de Imágenes Médicas de Rambam, manifestó al Post que los artefactos se sometieron tanto a la tomografía tradicional computarizada como a la más reciente tomografía computarizada de energía dual, que utiliza un tipo diferente de rayos X para extraer más información sobre las propiedades de los tejidos.
“A la luz del hecho de que los tejidos de las momias están deshidratados, esta técnica nos ofreció mucha más información”, añadió.
“En la momia más pequeña, pudimos ver claramente los huesos, el pico y la columna vertebral, que presentaban algún daño, aunque por el momento, no podemos decir si ocurrió antes o después de que el pájaro muriera”, añadió. “Dentro del pecho, vimos algo que podría ser el corazón”.
Javitt mencionó que participó en la exploración de momias hace varios años mientras trabajaba en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Washington, DC.
“El sistema se ha vuelto muy popular entre los investigadores porque ofrece una herramienta para obtener más información de manera no invasiva”, declaró.
Para la momia más grande, más enigmas persisten porque los científicos no pudieron identificar nada preciso.
“Podría ser un niño, aunque no pudimos reconocer ninguna característica anatómica”, señaló Javitt. “Tendremos que hacer más investigaciones”.
Hasta ahora solo se han analizado los resultados preliminares de la prueba. Más información podría venir de una mirada más profunda a los hallazgos y de más lugares de estudio, reafirmó.
“Hay muchas preguntas sobre estos artefactos: ¿De dónde vinieron? ¿Cómo murieron estas criaturas y por qué fueron momificadas? Todavía tenemos mucho que descubrir”, indicó Javitt.
Mientras tanto, las dos momias serán exhibidas en el museo nuevamente, junto con las imágenes resultantes de la tomografía computarizada, declaró Yakir.
“Lo haremos tan pronto como tengamos un informe completo”, añadió. “Creemos que esto es algo muy único que podemos ofrecer a nuestros visitantes”.
Noticias de Israel.