«Si las estadísticas son correctas, los judíos constituyen una cuarta parte del uno por ciento de la raza humana. Se asemejan a un efímero soplo de polvo estelar perdido en el resplandor de la Vía Láctea. Propiamente, el judío ni siquiera debería ser afamado; pero es famoso y siempre lo será. Es tan prominente en el planeta como cualquier otro pueblo, y su importancia es extravagantemente fuera de proporción con relación a su diminuto tamaño.
Sus contribuciones al mundo, que incluyen grandes nombres en la literatura, la ciencia, el arte, la música, las finanzas, la medicina y otros conocimientos recónditos, están muy fuera de proporción comparadas con lo reducido de su población. Han peleado una maravillosa batalla en este mundo, en todas las edades; y lo ha hecho con las manos atadas tras sus espaldas».
Samuel Langhorne Clemens (mejor conocido por su seudónimo de «Mark Twain». Palabras registradas en la publicación «Harper’s Magazine», en Septiembre de 1899).