Israel presentó una demanda por 152 millones de dólares en un tribunal de Tel Aviv contra el fabricante de automóviles alemán Volkswagen, su filial Audi y su distribuidor local, Champion Motors, por la presunta comisión de fraude y negligencia.
Según el sitio web empresarial israelí CTECH, en la demanda se acusa a las empresas mencionadas de haber engañado intencionadamente a los reguladores acerca de “un software fraudulento destinado a falsificar las lecturas de las emisiones de los motores diésel” para persuadir a Israel de que los automóviles cumplían las normas ambientales del país.
La fiscalía estatal afirmó que no se habría permitido la entrada de los vehículos al país si se hubieran proporcionado los datos reales.
El escándalo en torno al programa informático se reveló en 2015, y se han emprendido investigaciones y acciones judiciales en varios países, entre ellos los Estados Unidos, Alemania, España y Australia.
Champion Motors dice que Israel importó 12.000 automóviles de este tipo en 2008 y 2016, pero se ha negado a hacer comentarios sobre la demanda.
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