Fue un político, empresario y agente israelí que dirigió la oficina de inteligencia y que luchó incansablemente por el pueblo judío. Es famoso por haber capturado a Adolf Eichmann para ser juzgado en Israel. También dirigió el Gil, partido de los jubilados de Israel, y fue ministro de Asuntos de los Pensionados de Israel. Fue asesor sobre terrorismo del primer ministro Menachem Begin, y en 1981 fue nombrado director de la Oficina de Relaciones de la Ciencia (Lekem), entonces una entidad de inteligencia como el Mossad, Aman y Shabak. Eitan asumió su responsabilidad y presentó su dimisión respecto al asunto Jonathan Pollard, y el Comité se disolvió. Entre 1985 y 1993, fue director de una empresa de productos químicos del gobierno, la que se amplió bajo su dirección. Después de 1993, se convirtió en escultor y en un hombre de negocios, realizó actividades agrícolas y creo una compañía de construcciones.
He aquí cinco cosas fascinantes sobre el jefe del Mosad, que mantuvo un perfil muy bajo, pero que estuvo detrás de algunos de los mayores logros de Israel, tanto al frente como detrás de las escenas.
1) Protección a los inmigrantes judíos ilegales que llegaban de Europa
Rafi Eitan nació en 1929 y huyó de la Europa ocupada por los nazis cuando tenía 12 años. Se enroló en la Haganá, el movimiento clandestino judío en la Palestina controlada por los británicos, y luego en el Palmaj, su brazo armado, donde ayudó en operaciones que asistían a los inmigrantes judíos a entrar ilegalmente al país, porque los británicos habían restringido la inmigración y enviaban los barcos repletos de judíos de regreso a la Europa ocupada por los nazis.
Su operación más riesgosa fue volar el radar que usaban los británicos para captar e interceptar los botes en los que llegaban a la costa los inmigrantes judíos ilegales. Para llegar al radar se arrastró por alcantarillas subterráneas, ganándose el apodo que lo acompañó durante toda su vida: “Rafi el apestoso”. Durante esos primeros años, al ayudar a los inmigrantes ilegales resultó herido cuando explotó una mina y perdió casi por completo la audición. Durante toda su vida usó audífonos.
Al reflexionar sobre sus días en el ejército, Eitan dijo: “Tú no eres el único que la está pasando mal en el campo de batalla. También el enemigo la está pasando mal. La única pregunta es quién se quiebra primero”.
2) El hombre que capturó a Eichmann
Tras haber resultado herido en la Guerra de Independencia el día siguiente a la declaración del Estado de Israel, el coraje y la valentía de Eitan fueron reconocidos y lo invitaron a unirse al servicio de inteligencia israelí. Allí era el oficial que conectaba entre la inteligencia israelí interna, el Shin Bet y su agencia de inteligencia externa, el Mosad. Entonces llegó a Jerusalem la noticia de que Adolf Eichman, el oficial nazi que había dirigido personalmente la Solución Final y el asesinato de millones de judíos europeos, vivía en Argentina, en un suburbio de Buenos Aires, bajo el alias de Ricardo Klement.
Una vez que la información fue confirmada, Eitan encabezó la misión en la cual los agentes israelíes entraron a Buenos Aires como parte de una delegación oficial de Israel para la celebración de los 150 años de la independencia argentina. Allí vigilaron la casa de Eichmann en la calle Garibaldi 18, lo secuestraron en un auto y lo drogaron. Luego lo vistieron como un comandante de a bordo de El Al y así lo llevaron de regreso a Israel para ser juzgado en el año 1961.
“No queríamos mostrarle a Eichmann cuán nerviosos estábamos”, dijo Eitan en una entrevista varios años después de la operación. “Eso le hubiera dado cierta esperanza, y la esperanza vuelve peligrosa a una persona desesperada”.
Eichmann fue sentenciado a muerte y colgado en 1962, la única vez que en Israel se aplicó la pena de muerte. Eitan, un renombrado y cuidadoso planificador, luego reconoció que él personalmente había vetado el intento de captura del famoso médico de Auschwitz Josef Mengele, que también vivía bajo un alias en Argentina, porque eso hubiera puesto en riesgo el premio mayor de lograr capturar a Eichmann.
3) Un osado agente del Mosad
Aunque nunca sabremos todos los detalles que rodearon las tareas operacionales de Eitan para el Mosad, su triunfo con la captura de Eichmann lo llevó a la cima de una carrera de más de 30 años encabezando operaciones de espionaje israelí. Entre 1964 y 1966, en los frágiles años del nuevo estado de Israel, antes de un tratado de paz que había sido firmado en El Cairo, Eitan encabezó una operación que aseguró que vastas cantidades de armamentos que los alemanes vendieron al gobierno Egipto de alguna manera “desaparecieran” en medio del camino.
En 1981 Eitan planificó e implementó el ataque preventivo de Israel al reactor nuclear de Saddam Hussein en Iraq, en el cual el piloto de guerra Ilán Ramón (quien luego se convertiría en el primer astronauta israelí), lideró una escuadra de F16 que atacó el reactor, lo que evitó una carrera de armas nucleares en el Medio Oriente.
A mediados de los ochenta, Eitán fue el controlador del oficial de inteligencia naval de los Estados Unidos Jonathan Pollard, quien fue descubierto y arrestado por el FBI por traspasar información de inteligencia a Israel. Años más tarde, Eitan controversialmente reconoció que él había dado la orden de negarle a Pollard la entrada a la embajada israelí en Washington por temor a las secuelas políticas, pero de esa forma permitió el arresto de Pollard.
4) El campeón de los jubilados israelíes
Fue miembro de la Kneset, el parlamento israelí. Tras retirarse del servicio secreto israelí en el año 2006, Rafi Eitan tuvo un sorprendente ingreso a la escena política israelí a los 79 años, como líder de un partido que representaba los derechos de los jubilados. El partido nunca contempló seriamente pasar el umbral electoral, pero sorprendentemente ganó siete puestos en la kneset, lo que lo obligó a buscar seis amigos que lo acompañaran al parlamento donde sirvió orgullosamente como ministro de asuntos pensionarios durante tres años.
5) Rafi Eitan… un escultor de renombre mundial
Como suelen decir: “Si quieres que algo se haga, encárgaselo a una persona ocupada”. Rafi Eitan permaneció activo incluso a los 90 años. Durante más de 30 años fue un ávido escultor. Tras perder la audición en su juventud y cuando la vista le comenzó a fallar, utilizó sus manos para crear más 100 obras de arte que hoy forman parte de colecciones privadas y de galerías públicas en todo el mundo.
De hecho, fue un hombre gigante, no sólo por su creatividad, sino por su profundo compromiso con el pueblo judío, con su seguridad y en el esfuerzo de asegurar su futuro.
Murió el 23 de marzo de 2019 a los 92 años.
Rafi Eitan, que descanses en paz. El pueblo judío te agradece por tu servicio.