Douglas Petrovich, arqueólogo de la Universidad Wilfrid-Laurier de Ontario en Canadá, dice haber encontrado pruebas de que el hebreo es el alfabeto escrito más antiguo del mundo. En su exposición, Petrovich afirmó que encontró evidencia de israelitas en Egipto que convirtieron 22 jeroglíficos en un alfabeto hebreo hace más de 3.800 años.
La mayoría de los eruditos de la antigüedad coinciden en que el alfabeto más antiguo del mundo era probablemente semítico, pero no han podido llegar a un consenso sobre cuál podría ser.
Petrovich sostiene que la conversión de esos jeroglíficos en un alfabeto era un intento de quienes hablaban hebreo para encontrar una manera de crear sus propias expresiones escritas durante el tiempo que se cree que los israelitas vivieron en Egipto. Afirma que es anterior a cualquier otro alfabeto escrito conocido.
Investigando al respecto desde 2012, comenzó por traducir las inscripciones del Medio Egipto en tabletas de piedra junto con inscripciones en otras tabletas que parecían ser precursores o ejemplos reales de un alfabeto hebreo.
Para llevar a cabo sus traducciones, Petrovich ha combinado las letras previamente identificadas de algunos otros eruditos con algunas de sus propias interpretaciones, un método que puede dificultar que otros colegas acepten sus hallazgos, según Phys.org. Otro punto de controversia es la fuente que ofrece para fechar algunas de sus referencias: la Biblia.
Afirma además que después de reunir el alfabeto hebreo temprano, fue capaz de usarlo para traducir 16 inscripciones hebreas que hasta ahora han sido indescifrables. Afirma que encontró referencias a Moisés que estaban alineadas con las referencias bíblicas, y Ahisamaj y Asenath, otras dos figuras bíblicas. También afirma haber encontrado la palabra «hebreo».
Petrovich reconoce que habrá escépticos e incluso sugiere que intentan probar o refutar sus hallazgos a su manera, insistiendo en que si lo que ha encontrado es correcto, entonces eventualmente otros llegarán a la misma conclusión.