Jamaica, uno de los destinos turísticos más populares del mundo, tiene una fascinante historia judía que se remonta a muchos siglos atrás. Aquí hay ocho hechos poco conocidos sobre los judíos en Jamaica.
1. Refugio de la Inquisición: Cristóbal Colón visitó Jamaica en su segundo viaje al Nuevo Mundo y en 1503 la reclamó para España. La isla fue concedida a los descendientes de Colón como una posesión personal. Desafiando a la Inquisición española (la cual ordenaba la muerte de cualquiera que practicase el judaísmo) en 1530 Portugallo Colón, el nieto de Colón, les permitió a los judíos “secretos” asentarse en la isla. Se trataba de judíos que, a pesar de la Inquisición, continuaron practicando rituales judíos en secreto y llevaban vidas judías de forma oculta. En España, en Portugal y en la mayoría de las colonias de estos países, la Inquisición los perseguía despiadadamente, torturando y asesinando a cualquiera que tomara parte en las tradiciones judías. Sin embargo, Colón impidió que la Inquisición operara en la nueva colonia de Jamaica.
2. Regresar al judaísmo bajo el mandato británico: A mediados del siglo XVII, cuando las autoridades españolas amenazaron con arrebatar el control de Jamaica de manos de la familia de Cristóbal Colón e imponer allí la Inquisición, los judíos de Jamaica se movilizaron. Le escribieron al líder de Inglaterra, Oliver Cromwell, y prometieron ayudar a Inglaterra a conquistar la isla de manos de España.
Los barcos ingleses que llegaron a los puertos de Jamaica fueron recibidos por judíos que prometieron su ayuda mientras Inglaterra luchaba contra España. En 1655, Inglaterra comenzó a gobernar Jamaica.
La comunidad judía de Jamaica floreció. Al no estar obligados a practicar el judaísmo en secreto, formaron una comunidad, construyeron una sinagoga y contrataron a un líder destacado: Josiau Hisquiam Pardo, de Salónica. Los judíos llegaron a Jamaica desde todo el Viejo y Nuevo Mundo, desde Francia y Gran Bretaña así como desde colonias españolas y portuguesas.
El historiador del Siglo XVIII Bryan Edwards señaló que: “Los judíos disfrutaron casi prácticamente de los mismos privilegios que tenían los cristianos blancos”, en esa época algo inusual en muchos países.
3. Un Pirata judío: Antonio Vaez Henriques fue uno de los mercaderes más prominentes de Lisboa y era un judío secreto. En 1605 fue torturado públicamente, junto con otros 150 judíos, por el “crimen” de practicar el judaísmo. Después de escapar de Ámsterdam, Henriques se circuncidó, cambió su nombre a Abraham Henriques Cohen y abrazó públicamente su judaísmo.
Henriques es recordado hoy en día como un gallardo pirata, aunque los relatos de sus proezas son diversos. Al parecer se convirtió en un soldado y espía para la marina holandesa y operó con su apoyo. Lo que es claro es que Henriques se asoció con Sir Henry Morgan, uno de los más temidos piratas del Caribe.
Juntos, y con el tácito apoyo del gobierno inglés, Henriques y Morgan saquearon las colonias españolas en el Nuevo Mundo. Su ataque de 1628 en contra de la Armada Española, en el cual capturaron fabulosas cantidades de plata y oro, fue el robo más grande en la historia de la flota española.Luego de una larga carrera en la piratería, Morgan fue nombrado asistente del gobernador de Jamaica y perdonó a Abraham Henriques Cohen, quien se asentó en Jamaica.
4. Congreso cerrado en Iom Kipur:A los judíos de Jamaica se les negaron durante mucho tiempo derechos políticos absolutos, hasta alrededor de 1830 cuando su líder, Moisés Delgado, empujó el asunto incansablemente ante las autoridades británicas de Jamaica. Finalmente, el 13 de julio de 1831, los judíos recibieron derechos civiles completos y entraron de lleno en la vida política de Jamaica.
En 1849, ocho de los 47 miembros de Casa de Asamblea de Jamaica eran judíos y la Asamblea cerraba en Iom Kipur porque muchos delegados no participaban. En 1866, había 13 delegados judíos, casi el 25% de la Asamblea.
5. Pisos de arena blanca: Tal como ocurre con un puñado de otras congregaciones caribeñas, la última sinagoga que sobrevive en Jamaica, Shaaré Shalom en Kingston, cuenta con un piso de arena blanca. Esta inusual tradición data del siglo XVI, cuando los judíos secretos trataban de amortiguar el ruido de sus pisadas en las sinagogas, cubriendo el piso con una gruesa capa de arena.
Aunque Shaaré Shalom data solamente de 1912, está construida siguiendo el tradicional estilo español-portugués. Es una de las cinco sinagogas en funcionamiento hoy en día que tiene piso de arena (las otras están en Ámsterdam, Curazao, Surinam, y Santo Tomás).
6. Prosperidad artística:Algunos de los tesoros artísticos más preciados de Jamaica son producto de los judíos de esa nación.El escritor judío Daniel Israel López Laguna nació en Francia alrededor del 1650 y estudió en España, donde fue arrestado y torturado por la Inquisición. En prisión, se consoló a si mismo pensando en los Salmos hebreos y decidió que si alguna vez era liberado traduciría esos rezos eternos al español. Laguna eventualmente salió de prisión y escapó a Jamaica, en donde abrazó su identidad judía. Su obra Espejo fiel de Vidas que contiene los Salmos de David en Verso fue publicado en 1720 y se convirtió en una sensación literaria.
Isaac Mendes Belisario, uno de los artistas más prominentes de Jamaica, capturó la vida y las costumbres de la población de esclavos de Jamaica.
Jacobo y Joshua de Córdoba: Dos libros escritos por un judío de Jamaica ayudaron a poner al moderno estado de Texas en el mapa. “The Texas Immigrant and Traveler’s Guide Book” (1856) (La guía para el inmigrante y el viajero a Texas) y “Texas, Her Resources and Her Public Men” (1858) (Texas, sus recursos y sus hombres públicos), fueron escritos por dos hermanos, Jacobo y Joshua de Córdoba, de Kingston, Jamaica. Los hermanos de Córdoba, fundaron la ciudad de Waco en 1848 y establecieron el periódico The Texas Herald.
7. Dulces judíos de Jamaica: La escritora de libros de cocina Marilyn Delevante recuerda haber comido dulces después del ayuno de Iom Kipur en Jamaica. Se los llamaba dosses, que probablemente viene del portugués doce, que significa dulce. Esta es la receta de una galleta judía tradicional de Jamaica que comían los judíos sefaradim en Pesaj (Nota: los judíos ashkenazim no comen maní en Pesaj, pero esta galleta es deliciosa en cualquier época del año).
8. Un resurgimiento kasher: Aunque la población judía de Jamaica se ha reducido a menos de 300 residentes, en los últimos años hubo en la isla un resurgimiento kasher, gracias al catering de Vered Maoz, quien nació en Israel. Aunque Maoz bromea diciendo que cuando su esposo, un ingeniero mecánico, consiguió un trabajo en Kingston, ella no sabía a dónde buscar a Jamaica en el mapa, esta madre de cuatro hijos muy pronto se enamoró de su nuevo hogar. Ella preparaba elaboradas cenas israelíes y cenas de Shabat y llevaba de regalo comida cuando visitaba las casas de sus nuevos vecinos. Pronto se corrió la voz, particularmente después de que el embajador de Israel en la Republica Dominicana probara su comida en una fiesta en el Día de la Independencia de Israel.
Ahora Maoz dirige su propio negocio de comida kasher. En Jamaica no hay carne kasher, así que todo su menú es vegetariano: pita, humus, burecas, tehina, tabule, schug, pepinillos en salmuera, pimientos rellenos vegetarianos y repollo rellenos. Los pedidos llegan de viajeros judíos y de los jamaicanos mismos, ansiosos de disfrutar del sabor de la comida kasher al estilo israelí.