Evolución de la Música Judia

Un recorrido por la historia y los géneros de la música judía.La música judía, presenta una amplia diversidad y proviene de siglos de tradición cultural. A veces es de naturaleza religiosa, pero frecuentemente está asociada con la cultura popular, incluyendo influencias de los pueblos y lugares donde habitaron los judíos de la diáspora. Por esta razón, los ritmos y sonidos varían grandemente de acuerdo al origen del compositor. 
Provenientes de los más variados países, desde Rusia a Grecia, desde Irak a Turquía, la música judía ofrece un espectro absolutamente amplio.

Con respecto a la música religiosa, su historia comprende la música cantoral, de sinagoga, y del templo, desde la época bíblica hasta nuestros días. La música de sinagoga más antigua se basa en el mismo estilo utilizado en el Templo de Jerusalén. 

De acuerdo con la Mishná, la orquesta regular del templo consiste en doce instrumentos, y el coro de doce voces masculinas. Luego de la destrucción del templo y la subsiguiente diáspora del pueblo judío, la música fue inicialmente prohibida. Más tarde, con la progresiva relajación de las prohibiciones, los poemas litúrgicos o piyyutim contribuyeron a dar forma definitiva al estilo. 

El Jazan, un cantor judío, un músico entrenado en las artes vocales que ayuda a dirigir la congregación en oración, canta los piyyutim con base en melodías elegidas por el poeta o por él mismo, hasta introducir melodías prefijadas en la música de sinagoga. Las obras pueden preservar unas pocas frases de las escrituras, que recuerdan cánticos del templo, pero generalmente reciben fuerte influencia del país o época donde han vivido los judíos, no necesariamente en su esquema cultural actual, sino en relación a melodías populares antiguas. 

En cuanto a la música religiosa contemporánea, la gran mayoría de la música producida por judíos ortodoxos se orienta hacia la enseñanza de las tradiciones religiosas y éticas y las leyes. 

Las letras de estas canciones son en inglés o en hebreo, que a menudo utilizan frases de los libros de oraciones. Un ejemplo de la combinación de tradición y modernidad en música judía que es conocida globalmente, puede encontrarse en el caso de la canción Hava Nagila. 

La música religiosa judía del Siglo XX se ha modificado muchísimo, incluyendo una amplia gama de estilos desde el «nigunim» de Shlomo Carlebach, pasando por el folclore feminista de Debbie Friedman, hasta la sonoridad de Daniel Ben Shalom. En la década de 1970, lograron popularidad solistas como Avrohom Fried, Abie Rottenburg y Mordechai Ben David. 

Un Piyyut es un poema litúrgico, creado para cantar o recitar durante los oficios. Se los ha escrito desde los tiempos del Mishná, la mayoría en hebreo o en arameo siguiendo algún esquema poético, como un acróstico según el orden de las letras hebreas o el nombre del autor. 

Muchos piyyutim resultan familiares a quienes concurren a los servicios de una sinagoga. Por ejemplo el más conocido debe ser posiblemente Adon OLAM. 

Su forma poética consiste simplemente en rimar líneas de octosílabos, y es tan apreciado que a menudo se lo utiliza para concluir el servicio, luego del ritual nocturno de la Shema, o durante el ritual matinal del tefillin. Otro piyyut muy conocido es el Yigdal basado en los Trece principios de fe de Maimónides. 

Un zemer (en plural zemirot) es un himno judío, cantado usualmente en idioma hebreo o arameo, pero a veces también en yidish o ladino. El más conocido es aquel que se canta alrededor de la mesa en el Sabbat y las fiestas judías. 

Algunos de los zemirot de Sabbat son específicos de una hora del día, como aquellos para la cena del viernes, el almuerzo del sábado o la tercera comida del sábado justo antes del ocaso. En algunas ediciones del libro de oraciones judío, el sidur, las letras de estos himnos están impresas luego de la oración de apertura o kidush para cada comida. 

Otros zemirot son más genéricos y pueden cantarse con cualquier comida o en otras ocasiones sacras. La letra de muchos zemirot se ha tomado de poemas escritos por rabinos y sabios durante la Edad Media. 

Otros son anónimos, con letras populares que han pasado de generación en generación. El Nigun (en plural nigunim) refiere a cantos religiosos que se interpretan en forma grupal. 

Es una forma de música vocal que algunas veces usan en forma repetitiva versos de la biblia u otros textos clásicos judíos. Los nigunim son largas improvisaciones que pueden basarse en pasajes temáticos y de formas estilizadas. 

Como parte del judaísmo jasídico ha revivido el interés por el nigum: diferentes grupos jasídicos tienen sus propios nigunim a menudo compuestos por su rabino, que se cantan en grupo en fechas festivas. 

Baal Shem Tov, fundador del judaísmo jasídico , habla de los devekus nigunim como «canciones que trascienden sílabas y sonidos». Muchos atribuidos a él mismo se interpretan aún en nuestros días. 

También hay nigunim para promover la meditación, llamados devekus o devekut, que normalmente son mucho más lentos y se interpretan siempre sin letra. 

Alrededor del Siglo XV con el klezmer se inició una tradición de música secular judía a través de músicos llamados kleyzmorim por los judíos askenazí en Europa oriental. Se basan en tradiciones devocionales que se remontan a los tiempos bíblicos, y su legado musical continúa evolucionando en nuestros días. 

En sus principios, constaba principalmente de melodías de baile y muestras de piezas instrumentales para bodas y otras celebraciones, consolidándose posteriormente como género musical independiente con características únicas y bien definidas. En la actualidad, la música klezmer todavía es interpretada en casi todo el mundo, y su esencia y sonido permanecen prácticamente inalterados. 

La música sefaradí es distintiva de esta comunidad judía: sus raíces se remontan a la España medieval con canciones interpretadas en las cortes reales. 

Desde entonces, se han recogido influencias de toda España, Marruecos, Argentina, Turquía y Grecia incluyendo canciones populares de España y aún más del extranjero. Hay tres tipos de canciones sefaradíes: canciones de actualidad y entretenimiento, romance, y canciones espirituales o ceremoniales. 

Las letras pueden estar en varios idiomas, incluyendo el hebreo en canciones religiosas, y el ladino. Esta música se propagó desde España a Marruecos (la «tradición occidental») y a varias partes del Imperio otomano (la «tradición oriental»), entre ellos Grecia, Jerusalén, los Balcanes y Egipto. 

Los jóvenes, los trabajadores y los grupos de los kibutz jugaron un rol importante en el desarrollo musical antes y después del establecimiento del estado de Israel en 1948, y en la popularización de las canciones. 

Las colonias judías vieron a la música como una forma de establecer una nueva identidad nacional, y -en un plano netamente pragmático- como forma de enseñar hebreo a los nuevos inmigrantes. 

La organización nacional de trabajadores, el Histadrut, creó una editorial musical que difundió libros de canciones y promovió el canto comunitario. Esta tradición continúa hasta nuestros días, y es una característica de la cultura moderna de Israel.

Comentarios basados en un artículo creado a partir de la traducción del titulado Jewish music de la Wikipedia en inglés, y publicado en el sitio cursodehebreo.com.ar.

En cuanto a la música fueron interpretaciones de Hazan Isak Macoro, Mordechai Ben David, Yosi Azulay, Rabbi Hagay Batzri, Michel Zlotchever, Saul Betesh, Talya Sola y el Israeli ethnic ensemble, Erez Yechiel, Daliah Lavi, Giora Feidman, Luis Delgado, Eduardo Paniagua y Jorge Rozemblum, Shlomit Aharon y Yevgeni Shapovalov y Shlomo Carlebach.

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