Decenas de devotos judíos hicieron caso omiso de las restricciones gubernamentales por COVID-19 e irrumpieron a la fuerza a la plaza del Muro de los Lamentos, donde la noche de este miércoles (tiempo local) se realizan los rezos por Tishá b’Av.
Debido al actual acelerado rebrote de la pandemia en el país, y con el fin de evitar congregaciones de riesgo en el Muro de los Lamentos, donde anualmente decenas de miles acuden tradicionalmente en Tishá B’Av para rezar, las autoridades decidieron regular y limitar el acceso al lugar sagrado para esta ocasión.
La zona de la plaza del Muro de los Lamentos fue dividida en 50 secciones para máximo 20 personas, el límite permitido por las restricciones gubernamentales para congregaciones públicas al aire libre, buscando albergar solamente 1,000 personas en total.
Sin embargo, decenas de devotos, la mayoría de ellos jóvenes, según el sitio Kikar Hashabat, no desearon seguir esperando formados en las abarrotadas filas de espera hasta que les tocara su turno de ingresar y se saltaron los puntos de control, lo que desencadenó un breve caos en la zona.
Videos publicados por medios israelíes dan cuenta de la irrupción intempestiva de los devotos, la mayoría de ellos ultraortodoxos, que buscaron llegar a la zona cercana al Muro de los Lamentos.