Dado que varios gobiernos guatemaltecos favorecieron a a los extranjeros que deseaban establecerse en el país y les permitían desempeñarse económica, social y culturalmente, algunos de los judíos ashkenazíes decidieron emigrar hacia Guatemala.
Sin excluir a otras muchas regiones, la mayoría de los primeros judíos alemanes arribaron a Guatemala a fines del siglo XVIII. Una vez establecidas, estas familias ayudaban a otros correligionarios o familiares a venir al país. Los judíos recién llegados se establecieron en Quetzaltenango, centro de la región suroccidental cuya actividad económica era pujante, debido a la gran demanda internacional del café.
Se dedicaron al comercio de telas y productos textiles varios no sólo en Quetzaltenango, sino también en Zacapa, San Marcos, Livingston y Sonsonate (esta última en El Salvador). Desde allí llegaban a las fincas cafetaleras a vender sus productos cuyos propietarios eran, en muchos casos, alemanes.
Diferentes hechos provocaron el traslado definitivo de los judíos a la Ciudad de Guatemala. En 1913, ya en esa Ciudad, se organizaron y fundaron la Sociedad Israelita de Guatemala, que contaba con 51 miembros.
Los objetivos principales de esta sociedad fueron, según sus estatutos, fomentar los intereses morales, intelectuales y benéficos de los judíos residentes en Guatemala. También, prestar ayuda a los necesitados, colaborar con aquellos judíos que se encontraran en tránsito, proporcionar empleos a aquellos que lo necesitaran, cuidar de los enfermos, y adquirir un terreno para ser utilizado como cementerio para dar sepultura a los correligionarios de acuerdo a las leyes rituales judías.
Además de funcionar como una entidad religiosa, la Sociedad Israelita de Guatemala cumplía con el objetivo de proporcionar un marco de referencia y soporte tanto a los judíos establecidos como a aquellos que llegaban a establecerse en el país.
Debido al ascenso del nazismo en Alemania (1933), la Sociedad Israelita de Guatemala inicia una serie de gestiones con el objeto de ayudar a sus correligionarios familiares que aún vivían en Alemania, a huir de las persecuciones nazis.
Estas gestiones se vieron muchas veces obstaculizadas por las políticas gubernamentales dictadas por el General Jorge Ubico, que llegaron a prohibir el ingreso de los judíos a Guatemala. Aún así, algunos judíos alemanes lograron establecerse en Guatemala gracias a la ayuda de los judíos ya residentes en el país.
Sin excluir la presencia en Guatemala de algún judío sefaradita a fines del siglo pasado, es durante la primera y segunda década del siglo XX -debido a la precaria situación socioeconómica del Imperio Turco- que los judíos sefaraditas comienzan a emigrar hacia los países de América. Es a partir de este momento que se puede hablar de la existencia de una congregación judía sefardita en Guatemala.
El año de 1923 se formó la Sociedad Israelita Maguén David de Guatemala. Sus objetivos principales, además de querer constituir un marco de referencia socio cultural para la congregación sefardita, eran, según sus estatutos, la edificación de una Sinagoga y la contratación de un Rabino.
A partir de 1930 la Sociedad Israelita Maguén David inició la construcción de la primer Sinagoga en Guatemala con la colaboración económica de los miembros de la Sociedad, y las contribuciones particulares de integrantes de las otras sociedades judías.
Finalmente se inauguró la Sinagoga Maguén David el 11 de agosto de 1938. En ese momento se crea el comité de Damas de Sión con el objeto de organizar eventos socioculturales y de beneficencia. En 1942 se formó el primer movimiento juvenil judío en el país, Macabi.
La Sociedad Israelita Maguén David actuaba como representante de la Comunidad Judía de Guatemala ante otras asociaciones judías internacionales.
A partir de 1920 empiezan a llegar a Guatemala los judíos ashkenazíes provenientes de Polonia, Rusia y los Países Bálticos. Estas personas se incorporaron a las instituciones judías ya establecidas, en su mayoría a la Sociedad Israelita Maguén David.
En 1941 los judíos ashkenazíes orientales se separaron de la Sociedad Israelita Maguén David y fundaron la Asociación Centro Hebreo. La razón de esta separación radicó en el deseo de contar con un lugar en el que pudieran manifestarse religiosa y culturalmente de acuerdo a sus costumbres.
Hacia finales de la década de los años cuarenta e inicios de los cincuenta se hace más notoria la presencia de judíos de origen sefaradí, pudiéndose asegurar que eran de esta procedencia los nuevos inmigrantes que ingresaron a Guatemala.
En 1952 se fundó el comité “Centro Social Israelita”, y, por acuerdo de su junta general, pasó a encargarse del desarrollo de las actividades sociales de la comunidad.Merece especial atención resaltar la alegría con la que fue recibida por la Comunidad Judía la noticia del voto favorable de Guatemala en las Naciones Unidas en pro del establecimiento del Hogar Nacional Judío (el Estado de Israel).
Desde 1941, cuando fue fundada la Asociación Centro Hebreo, donde se construyó un templo, un colegio y un centro social. En este predio se iniciaron los trabajos para la construcción de la que sería la segunda sinagoga que se levantaría en Guatemala en 1959.
En 1969 se creó una nueva institución, la Congregación Beth El, que reunía en su seno a judíos de origen alemán y atrajo a todos aquellos de tendencia liberal.
Esta organización funcionó hasta 1987, año en que, ante la iniciativa del Centro Hebreo, se logró la fusión de esa institución con Beth El, consiguiendo con esto la unión de más de las dos terceras partes de la comunidad en una sola congregación.