La llegada de una catarata de superhéroes en 1939 casi aplastó a los héroes reales. Ahora resultaba que un cartonazo de un barrio desconocido con algún poder celestial era digno de admiración aunque se pusiera los calzoncillos por arriba de los pantalones.
Donde está el valor de enfrentar una pelea que se sabe ganada. Héroes eran esos de carne y hueso que corrían riesgos, que se enfrentaban al peligro con miedo a morir. Entre esos seres admirados con músculos sin esteroides estaba Tarzán.
Para llevarlo al cine había que encontrar un hombre que diera con el piné. Vamos a ser piadosos con el primer Tarzán de la historia, el del cine mudo, un tal Otto Elmo Linkenhelt . En 1932 el personaje creado por Edgar Rice Burroughs encontró a su perfecto embajador en el cine, un tal Johnny Weissmüller.
Peter Johann Weißmüller, así se llamaba este hombre nacido en el Imperio Austrohúngaro, mas precisamente en Szabadfalu, actual territorio rumano. Antes que Johann se aprendiera la primera palabra en rumano, la familia emigró a los EEUU. Junto a su hermano solían pasar varias horas al día nadando en el lago Michigan, esto hizo que con solo 12 años ingresara al equipo de natación de la ‘YMCA’.
El entrenador William Bachrach vio en él a una futura estrella del deporte y le preguntó donde había nacido. Sin ponerse colorado dijo ‘-Nací en Windber, Pensilvania’, un chanta. Estaba interesado en incorporarlo al equipo olímpico estadounidense. Como Johann no llegó a aprender rumano, no tenía acentos ni modismos europeos, era mas norteamericano que el Studebaker. Sin certificados ni averiguaciones a competir por el Tío Sam.
A lo largo de su brillante carrera ganó 52 campeonatos, batió 67 records mundiales y obtuvo 5 medallas de oro olímpicas, un fenómeno el rumano… perdón el americano. Luego de competir en ‘Amsterdam 1928’, Johnny firma contrato como modelo para la firma de calzoncillos ‘BDV’. Con un ojo de campeón, la Metro Goldwig Meyer lo selecciona para encarnar a ‘Tarzán de los monos’.
En total filmó 12 películas en el ese rol y ya nada sería igual. Después de su retiro, 21 actores interpretaron a Tarzán y ninguno llenó su taparrabo. Los desafío a nombrar a 3 de los 21…. no hay chances que recuerden a Buster Crabbe, Casper Van Dien, Jock Mahoney o Alexander Skarsgård. Sería un milagro si recordaran a Ron Ely, el mas flaco, o a Christopher Lambert, el mas fachero.