El 28 de julio pasado se cumplieron 270 años de la muerte de Juan Sebastián Bach (1685- 1750), considerado por muchos, uno de los más grandes compositores barrocos.
Su vida estuvo plagada de momentos trágicos y dolorosos. Quedó huérfano a los 9 años y a los 12 perdió a su hermano más querido. Su primera mujer también murió muy temprano y debió sepultar a 10 de sus 20 hijos. Es admirable cómo pudo sobreponerse a tanto dolor. Tal vez esa profundidad y melancolía de algunas de sus obras se deba justamente a su historia personal.
Sus obras, siempre vivas, han inspirado y siguen inspirando a decenas de compositores de todos los tiempos y geografías.
Albert Schweitzer, conocido médico de enfermedades tropicales, filósofo y teólogo, que solía interpretarlo en órgano, escribió una importante monografía de Bach en 1902, destacando allí los mensajes teológicos que él percibía en su música. Lo denominó “músico poeta”. https://www.youtube.com/watch?v=s2lRwGXkr3A El afamado músico pop Sting confiesa tocar con frecuencia, con su guitarra, piezas de Bach para Cello para mantener su equilibrio emocional.
De hecho, muchas de sus obras fueron firmadas con las siglas “S.D.G.” (Soli deo gloria=por la única gloria de Dios), incluso obras no destinadas a la iglesia, lo que sugiere una profunda religiosidad y una búsqueda de la perfección.
Olvidada su música, tras su muerte en 1750, recién en 1829 Félix Mendelssohn la redescubre, sus cantatas, sus oratorios y pasiones, e impulsó un nuevo culto a Bach que persiste hasta nuestros días.
Difícil encontrar en cualquiera de las etapas de Bach obras que no sean memorables.
Las seis suites para cello fueron un antes y un después en la historia de ese instrumento; y las partitas para violín, y de estas últimas en particular, la Chacona de la Partita Nº 2, una de las piezas más estremecedoras de la producción instrumental de Bach, escrita en medio de la desolación de los días posteriores a la muerte de María Bárbara, su mujer.
Uno de los más talentosos intérpretes de Bach fuel pianista canadiense Glenn Herbert Gould (1932-1982). Sus tres grabaciones de la Variaciones Goldberg y del Clave Bien Atemperado así como los conciertos para piano y orquesta junto a Leonard Bernstein son verdaderas joyas interpretativas.
https://www.youtube.com/watch?v=ySq76KD1gZA https://www.youtube.com/watch?v=67GARXV3s3g&list=RDeZCSOdi19jQ&index=3
Muchas de sus composiciones tienen gran precisión matemática. Esto hace que se preste para reinterpretaciones modernas. Así lo demuestra, por ejemplo, el DJ y productor alemán Marc Romboy. Era solo cuestión de tiempo para que alguien utilizara la música clásica tradicional y creara una versión electrónica. Y esto fue lo que hizo en “Reconstruyendo a Bach”. Indudablemente Bach puede ser también tecno.
Escuchémoslo:
El compositor Robert Schumann dijo: “He comprendído que no acaba uno nunca con Bach, que cuanto más lo escuchamos tanto más profundo se vuelve”.
BLANCA ZYLBERMAN