LOS JUDIOS EN LA GUERRA CIVIL NORTEAMERICANA

En 1891 fue publicado un perturbador artículo en la North American Review que en el siglo XIX era un equivalente del Time de hoy, era la revista más popular en todo el país sobre temas de interés general. Allí se sostenía que los judíos tendían a eludir el servicio militar. Muy rápidamente, a continuación fue publicada una carta al editor de un veterano de la Guerra Civil no judío, en ella escribió que durante los duros meses de servicio en el ejército de la Unión, nunca había visto un soldado judío.

Muchos líderes judíos se enfurecieron con lo que consideraron un acto de puro antisemitismo, tan influyente que fue repetido posteriormente por Mark Twain (“una inclinación antipatriótica para no defender como soldado la bandera) en un ensayo titulado “Concerniente a los Judíos” publicado pocos años después.

Uno de los dirigentes judíos más indignados fue el abogado Simón Wolf, de Washington, presidente en esa ciudad de la B’nai B’rith. Se comprometió a desacreditar la difamación y pasó más de tres años compilando los nombres de cada uno de los correligionarios que podía demostrar que habían combatido en todas las guerras norteamericanas, desde la Independencia de Inglaterra a la guerra con México, y al conflicto más grande, el de laGuerra Civil. En 1895 publicó los nombres en un libro muy voluminoso, “Los Judíos norteamericanos como patriotas, soldados y ciudadanos”.

La lista de los soldados judíos que combatieron en la Guerra Civil confeccionada por Wolf contiene unos 10.000 nombres. De acuerdo a ella 7.000 lucharon por la Unión y 3.000 para la Confederación. Durante generaciones, el trabajo de Wolf, ha sido el único documento existente sobre el tema.

Esta lista comenzó a ser revisada, no hace mucho tiempo por la Shapell Manuscript Foundation. Comenzó con una familia judía que vive en Los Ángeles e Israel, la fundación colecciona documentos históricos originales, incluyendo objetos relacionados con Abraham Lincoln, el que fuera presidente durante la Guerra Civil. El sesquicentenario de la guerra estaba próximo a cumplirse en 2011, la fundación decidió actualizar la tarea de Simón Wolf de 1890, usando métodos de investigación contemporáneos.

Este trabajo ha recibido el nombre “El Proyecto Lista”. Un puñado de investigadores se ha dedicado a investigar en los archivos en Washington y han hallado registros del servicio militar que no estaban disponibles para Simón Wolf en 1895. Con esta investigación se han encontrado más nombres de cientos de soldados judíos que lucharon en la Guerra Civil. También han encontrado reliquias impresionantes e inesperadas: de todo, desdeketuboth medio desintegradas hasta angustiadas cartas enviadas por los soldados judíos desde el campo de batalla a sus madres. Se supone que para este año 2017 va a estar completado el proyecto que permitirá a los descendientes de los soldados judíos en la Guerra Civil enterarse del destino de sus antepasados.

Dankmar Adler, uno de esos soldados judíos, llegó como inmigrante, al igual que la mayoría de ellos, pero además llegó a convertirse en uno de los más conocidos- arquitectos de su tiempo. Su compañero más famoso, Louis H. Sullivan, es considerado el padre de la arquitectura moderna de los Estados Unidos. Juntos, ayudaron a formar a Frank Lloyd Wright, posiblemente el más famoso arquitecto estadounidense de todos los tiempos. El no fue el único que se forjó un gran nombre, hubo otros que se destacaron por sus grandes hechos y hazañas durante la guerra civil – Marcus Spiegel, Leopold Karpeles, Judah P. Benjamin, para nombrar unos pocos – pero ninguno, tal vez, como Adler que construyó un legado que ha perdurado tanto..

Dankmar Adler nació en Alemania, en 1844. Su padre, Liebman Adler, fue un rabino, y al llegar a los Estados Unidos, se trasladó la familia en primer lugar a Detroit, donde se desempeñó como Rabino para Temple Beth El. En 1861, se convirtió en el rabino de la Kehilath Anshe Ma ‘ariv sinagoga en Chicago. La familia volvió a mudarse a Detroit, y cuando llegó a Chicago, encontró empleo como dibujante. Poco después comenzó la Guerra Civil, en agosto de 1862, Dankmar Adler se alistó para unirse a la lucha. Los documentos de inmigración demostraron que Adler se convirtió en un ciudadano de los Estados Unidos en 1888, lo que demuestra que fue un voluntario que se enroló en vez de trabajar para su propio beneficio. Su decisión de alistarse sólo parece haber sido motivado por un sentido de orgullo y deber para su patria adoptiva; una elección motivada por el patriotismo y el honor.

Dankmar Adler se unió al regimiento 1 de artillería ligera de Illinois… Fue ascendido a cabo durante su servicio. En marzo de 1865, cuando la guerra llegaba a su fin, muchos hombres que se hallaban en servicio especial estaban siendo devueltos a sus regimientos de origen. Esto dejó a la Oficina de ‘ Ingenieros Topográficos’ del Departamento Cumberland con una desesperada necesidad de dibujantes. Así, Adler fue enviado a Nashville, a solicitud del Ingeniero Jefe del Departamento del Cumberland, para llenar ese vacío. Permaneció allí hasta finales de julio de 1865, cuando su unidad regresó a Chicago.

Él fue capaz de abrir su propia firma en 1879 y poco después, formó lo que se considera a menudo como una de las asociaciones más importantes e influyentes en la arquitectura americana, cuando contrató a un joven Louis Sullivan. Louis Henry Sullivan ha sido llamado a menudo el » padre de los rascacielos, » una designación que no hubiera sido posible sin la formación y el éxito inicial con su compañero Dankmar Adler. En los quince años que duró esta sociedad tuvieron un gran éxito, diseñaron alrededor de 180 edificios. La ciudad de Chicago principalmente y otras en Estados Unidos fueron y son testigos perdurables de tan gran talento

Otro testigo de esta historia fue Marcus M. Spiegel, que había nacido en la ciudad de Worms, en 1820, fue uno de los pocos coroneles judíos durante la guerra civil americana. Durante los dos años y medio que sirvió en el ejército de la Unión, le escribió más de ciento cincuenta cartas a su esposa Caroline y al resto de la familia. Caroline Spiegel sabiamente ordenó y unió sus cartas en un álbum de cuero negro. Durante cinco generaciones, este álbum se ha conservado y transmitido de madres a hijas. Es difícil de creer que sólo doce años antes de la redacción de estas cartas, Spiegel llegó a América con poco o ningún conocimiento del Inglés. Él desarrolló muy rápidamente un extenso vocabulario y un impresionante dominio del lenguaje de nuevo país.

A veces su escritura es casi poética y sus descripciones narrativas tan vívidas que son a menudo obras de arte. Él es capaz de pintar un cuadro detallado del día – a – día- de la vida de un soldado de la Unión y en el campo de batalla. Las pruebas y tribulaciones de la guerra se describen de manera brillante en sus cartas elocuentes y lúcidas. Las condiciones buenas y malas en que vivían, las dulces victorias y las derrotas agónicas; muchos aspectos de la guerra en los dos escenarios del este y oeste pueden ser vistos en las cartas de Spiegel. Este observador perspicaz comenta con gran profundidad sobre política, incluida la cuestión de la abolición de la esclavitud. Especialmente revelador es el cambio gradual en la actitud hacia la emancipación. En la correspondencia de Spiegel pueden advertirse sus sentimientos de gran patriotismo, el amor por su familia y sus semejantes, y su filosofía de vida en general.

En una de sus cartas le escribía a su mujer “El mayor consuelo que tengo durante las últimas dos semanas de lucha continua, marchando con tantas dificultades es mirar la bella foto que tengo de ti y mis queridos hijos…. La miro casi cinco veces en una hora y me temo que a veces estoy hablando con ella. Tan pronto como llegue a Vicksburg, iré a casa por lo menos durante un mes. » — Carta del coronel Marcus M. Spiegel a su esposa, el 23 de mayo de 1863.

Nunca abandonó su creencia en Dios o en la religión judía.

El murió en la guerra, en el año 1864.
Alicia Benmergui.  Milím Cultural. 

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