Havdalá – Guía paso a paso

Vino, especias y velas. Havdalá es la ceremonia con la que concluye Shabat.

Así como proclamamos la entrada d el Shabat haciendo «Kidush», así también marcamos la salida del Shabat con «Havdalá».

1. Lo que necesitarás:

– Una vela doble (o dos velas pegadas con sus mechas juntas)
– Copa de vino o jugo de uvas
– Especias (los clavos de olor funcionan bien)
– Un Pedazo de papel aluminio (o un plato) para que la vela gotee, y para extinguir la llama

2. Shabat termina cuando tres estrellas de tamaño mediano son visibles a primera vista en el cielo de la noche. Este tiempo varía de acuerdo a la ubicación y temporada.

3. Si el tiempo de finalización del Shabat ha pasado, uno puede recitar las siguientes palabras y comenzar a hacer actividades de «la semana»:

Baruj ha-mavdil bein kodesh le-jol.

Bendito es Quien divide entre lo sagrado y lo mundano.

Asimismo, durante el servicio de la noche, hay una inserción especial en la Amidá silenciosa que actúa como una Havdalá preliminar.

De cualquier forma, uno aún necesita llevar a cabo la ceremonia de Havdalá sobre vino o jugo de uva.

4. Uno no debe comer ni beber hasta haber realizado la ceremonia de Havdalá.

5. Havdalá se compone de cinco secciones:

a) El párrafo de introducción.

b) Bendición sobre el vino. El judaísmo nos enseña a transformar lo físico en espiritual. Así como las simples uvas fueron transformadas en vino, así también tenemos placer de la renovación espiritual que hemos logrado durante el Shabat, y esperamos que continúe creciendo a través de la semana entrante.

c) Bendición sobre las especias. Los Cabalistas nos dicen que durante Shabat, cada uno recibe un alma extra, o sensibilidad espiritual extra. Así como el Shabat se va, así también lo hace el alma extra, causándonos que nos sintamos débiles. Por ésta razón olemos algunas especias (¡sales aromáticas espirituales!) para reconfortar a nuestra alma por la pérdida de Shabat.

d) Bendición de la llama. El Talmud dice que cuando Adán fue creado en el sexto día, se puso muy triste al ver el surgimiento de la oscuridad el viernes a la noche. ¡Él pensó que tal vez el mundo se estaba terminando! Así que el sábado por la noche, Dios le dio a Adán el regalo del fuego. Esta es la razón por la que decimos la bendición sobre el fuego el sábado por la noche. La vela de Havdalá representa la primera, y fundamental, luz de la creación; un nuevo comienzo, un nuevo compromiso. Esperamos extender la luz de Shabat en nuestra semana.

Después de decir la bendición, hacemos uso de la luz acercando nuestras manos a la llama y mirando a nuestras uñas. Cuando Shabat viene, encendemos una simple vela; sin embargo, cuando Shabat se esta yendo, encendemos una llama mayor de luces entrelazadas, dado que hemos tenido la experiencia de vivir con un alma adicional y la oportunidad que esto significa.

e) Por último, la Bendición de la Havdalá.

6. El procedimiento es el siguiente:

Llene una copa de kidush, ya sea con vino o con jugo de uvas, hasta que el líquido se desborde un poco en el plato de abajo. Esto es un símbolo de nuestro deseo que las bendiciones desborden en la semana.

Encienda la vela de Havdalá (una vela trenzada con al menos dos mechas, o dos velas pegadas con sus llamas juntas). Alguien que no sea la persona que efectúa la bendición debería sujetar la vela. Si esta solo, coloque la vela en un contenedor.

Puede hacerlo parado o sentado, y no debe hablar hasta que se termine la ceremonia.

Sosteniendo la copa de vino en la palma de la mano derecha (o la izquierda para los zurdos), se lee el primer párrafo:

Bendiciones de la Havdala

Hineh El ieshuasi, evtaj ve-lo efjad, ki azi ve-zimras Yah Ado—noy, va-iehi li lishu’ah. Ushav’tem maim be-sason mi-ma’aenei ha-ieshuah. La’Ado—noy ha-ieshuah, al ameja birja-seja selah. Ado—noy tzeva’os imanu, misgav lanu Elo-hei Ia’acov selah. Ado—noy tzeva’os, ashrei adam bote’aj baj, Ado–noy hoshiah, ha-melej ia’aneinu ve-iom karenu. La-iehudim hai’sa ora ve-simja, ve-sason vikar. Ken ti’heh lanu. Kos ieshuos esa, uve-shem Ado–noy ekra.

He aquí que Dios es mi salvación, confiaré y no temeré, pues Dios es mi fuerza y mi alabanza, HASHEM, Él fue una salvación para mí. Podéis extraer agua con alegría de los manantiales de la salvación. La salvación es de HASHEM, sobre Tu pueblo posa Tu bendición, Sela. HASHEM, Señor de las Huestes, está con nosotros, el Dios de Iaacov es un Baluarte para nosotros, ¡Sela! HASHEM, Señor de las Huestes, bienaventurada es la persona que confía en Ti. ¡HASHEM, salva! Que el Rey nos responda en el día que llamemos. Para los judíos hubo luz, dicha, felicidad y honor, que así sea para nosotros. Levantaré la copa de las salvaciones, e invocaré el Nombre de HASHEM.

***

Se continúa con la Bendición del Vino (pero aún no se toma):

Savri maranan ve-rabanan ve-rabotai: Baruj ata Ado—noy, Elo–heinu melej ha-olam, Borei peri ha-gafen.

Bendito eres Tú, HASHEM, Dios nuestro, Rey del universo, que crea el fruto de la vid.

Todos los presentes responden: «Amén».

***

La copa se pasa a la mano izquierda. Se levanta la caja de especias (normalmente clavos de olor o páprika; la canela no debe utilizarse ya que aun en rama es comestible) con la mano derecha y la siguiente bendición es pronunciada:

Baruj ata Ado—noy, Elo—heinu melej ha-olam, Bore minei vesamim.

Bendito eres Tú, HASHEM, Dios nuestro, Rey del universo, que crea especies de aroma.

Todos los presentes responden: «Amén».

El líder huele las especies y las pasa alrededor de la mesa para que todos las huelan.

***

Con la copa de vino aún en la mano izquierda, la bendición sobre el fuego (la llama de la vela) es pronunciada:

Baruj ata Ado—noy, Elo—heinu melej ha-olam, Bore me’orei ha-aesh.

Bendito eres Tú, HASHEM, Dios nuestro, Rey del universo, que crea las lumbreras del fuego.

Todos los presentes responden: «Amén».

Todos los presentes extienden sus manos hacia la llama para observar sus uñas (para utilizar la llama sobre la cual se pronuncio la bendición).

***

La copa de vino es regresada a la mano derecha para la bendición final:

Baruj ata Ado–noy, Elo–heinu melej ha-olam, ha-mavdil bein kodesh le-jol, bein ohr le-joshej, bein Israel la-amim, bein iom ha-shevi’i le-sheshes iemei ha-ma’aseh. Baruj ata Ado—noy, ha-mavdil bein kodesh le-jol.

Bendito eres Tú, HASHEM, Dios nuestro, Rey del universo, que separa entre lo sagrado y lo mundano, entre la luz y la oscuridad, entre Israel y las naciones, entre el séptimo día y los seis días de trabajo. Bendito eres Tú, HASHEM, que separa entre lo sagrado y lo mundano.

Todos los presentes responden: «Amén».

El líder toma al menos 60 cm3 del líquido. El resto del vino es utilizado para extinguir la llama. Inténtalo vertiendo un poco sobre un plato y metiendo la llama en el líquido hasta que se apague. Hay quienes tienen la costumbre, antes de extinguir la llama, de prender dos velas nuevas, para que la «Luz» de Shabat continúe en la semana. También existe la costumbre de humedecer las yemas de los dedos en el vino derramado, para poner unas gotas en los parpados y detrás de las orejas – como un augurio de «ver y escuchar» buenas noticias a lo largo de la semana.

Adaptado del libro «Friday Night and Beyond» de Lori Palatnik (Jason Aronson Pub.).

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