COSTUMBRES DE LAS BODAS JUDÍAS

EL SIGNIFICADO DE «ANI LE DODI VE DODÍ LI» אני לדודי ודודי לי traducido al español quiere decir: “Yo soy para mi amado como mi amado es para mí“.
Esta frase se dice cuando una pareja se casa. Proviene de un versículo del Cantar de los Cantares, escrito hace miles de años por el Rey Salomón, y tiene un gran significado según muchos intérpretes de las Escrituras Sagradas.
Entendido de forma literal es una declaración de amor y un compromiso de total devoción que se promete y a la vez se asegura que sea recíproco.
En la tradición judía, el libro el Cantar de lo Cantares no se trata del amor entre dos personas, sino sobre el amor de una persona a D’s. Tomando la primera letra de cada palabra en esta frase, se deletrea la palabra hebrea Elul, el nombre del primer mes del calendario judío.
Durante el mes de Elul, después “Rosh Ha’Shana”viene “Yom Kippur”, día de la expiación para los judíos. Durante todo el mes, y especialmente durante los diez días que separan ‘Rosh Ha’Shana’ y ‘Yom Kippur’, los creyentes rezan para que D`s les perdone los pecados cometidos en su contra. Todo culmina en el día de Yom Kippur donde los Judiós ayunan 25 horas y comienzan un año nuevo con fuerzas y nuevas resoluciones.
El verso “Yo soy para mi amado como mi amado es para mi”, viene a subrayar el compromiso que uno tiene con lo que más ama. El compromiso de entregar todo sin esperar reciprocidad, sin exigencias, sin derechos, sólo entregar
¿POR QUÉ ROMPEMOS UN VASO O UNA COPA EN LAS BODAS JUDÍAS? Uno de los motivos por el cual se rompe un vaso con el pie al final de la ceremonia de boda es para conmemorar la destrucción del Templo de Jerusalén hace unos 2.000 años. Sin dudas fue un suceso significativo en la historia judía, pero qué relación tiene con nuestras vidas? ¿Qué tiene que ver un edificio destruido con mi boda? Respuesta: La destrucción del Santo Templo tiene una extrema relevancia personal. Le ocurrió a usted, nos ocurrió a todos.
En el momento de mayor alegría recordamos que también vendrán, inevitablemente, momentos tristes, porque ambos son parte de la vida. Del mismo modo, en momentos tristes, tenemos que ser conscientes que todo es pasajero y que regresará la alegría en algún momento. 
También es un recordatorio de otra ruptura, la de su propio templo, su alma. Antes de que usted naciera, usted y su pareja eran una sola alma. Entonces, cuando su momento de entrar a este mundo se aproximaba, Di-s rompió esa sola alma en dos partes, una masculina y una femenina. Esas dos medias almas vinieron al mundo con la misión de encontrarse una a otra y reunirse.
En ese momento la división parecía trágica e incomprensible. ¿Por qué crear fragmentación donde una vez hubo algo completo? ¿Por qué romper algo sólo para poder pegarlo? Y si ustedes debían estar juntos, ¿por qué Di-s no los dejó juntos?
Es bajo la jupá, el palio nupcial, que esas preguntas pueden ser respondidas. Con el matrimonio, dos mitades son reunidas, para nunca más partirse. No sólo eso, sino que usted puede mirar hacia atrás, la dolorosa experiencia de estar separado, y entonces celebrar realmente. Pues ahora está claro que la separación lo acercó ahora más de lo que estaba.
Irónicamente, sólo al haber estado desgarrados y viviendo vidas separadas una de la otra que ustedes pudieron desarrollarse como individuos, madurar y crecer. El estar juntos es algo que ustedes deben lograr y elegir, y por lo tanto es profundamente apreciado. Con la feliz reunión en la boda se hace claro que su alma sólo fue dividida para poder reunirla y convertirse en una en un nivel más alto y profundo.
Y así usted rompe un vaso bajo la jupá e inmediatamente dice la fórmula de congratulación ¡Mazal Tov! Porque ahora, retrospectivamente, aun la división de las almas es motivo para estar alegre, porque eso lo ha conectado con la posibilidad de verdadera profundidad y significado.
El Templo no era simplemente un edificio, era un lugar de encuentro del cielo y la tierra, lo ideal y lo real, Di-s y la creación. Cuando el Templo se perdió, así ocurrió con la relación abierta entre Di-s y el mundo. Nuestras almas fueron separadas de nuestra Ama Gemela.
El único antídoto para la fragmentación es la unidad. Y la unidad más profunda es experimentada en una boda. Toda boda es una curación, un remendar un alma fragmentada, una reconstrucción de Jerusalén en miniatura. Nuestros Sabios nos enseñan: “Quienquiera celebra con un novio y una novia, es como si hubiera reconstruido una de las ruinas de Jerusalén”. Cuando las almas gemelas se reúnen en un santo matrimonio, una energía de amor y unicidades generada, elevando el mundo y acercándolo un paso más para enmendar su rota relación con Di-s.
Así que ya ve, su historia personal y la historia de la destrucción de Jerusalén están inextricablemente ligadas. La destrucción que ocurrió a Jerusalén, le ocurrió a su alma, y la alegría que usted experimenta ahora, también será experimentada en Jerusalén un día.
Un día, pronto, cuando el Templo sea reconstruido, nuestras almas se reunirán con Di-s, nuestra Alma Gemela, en una verdadera relación que construiremos juntos. Ya no lamentaremos la destrucción, sino que mirando hacia atrás finalmente comprenderemos su propósito, y celebraremos. Entonces, aun la ruptura merecerá la bendición de Mazal Tov
LA JUPÁ: Una boda tradicional judía esta llena de rituales significativos, que simbolizan la belleza de la relación entre marido y mujer, así como las obligaciones de uno con el otro y para con el pueblo judío. Una jupá (literalmente «cubierta») o palio nupcial, consiste en un tejido o chal de oración usado como cubierta de una pareja durante la celebración de una boda judía, está sostenida sobre cuatro pilares de madera u otro material sobre el suelo o usualmente los asistentes toman los pilares durante la ceremonia. Simboliza el hogar que la pareja construirán juntos. La jupá está abierta por todos los lados, así como Abraham y Sara tenían su tienda abierta en todos los lados para dar la bienvenida a amigos y familiares con incondicional hospitalidad.
La jupá generalmente se celebra afuera, bajo las estrellas, como una señal de la bendición dada por Dios al patriarca Abraham, de que sus hijos serán «como las estrellas de los cielos» (Génesis 15:5). Sin embargo esto no es obligatorio dentro de las comunidades sefardíes; si una ceremonia de boda se realiza dentro de un recinto, se requiere abrir alguna entrada durante la ceremonia, aunque la mayoría de los Hasidim prefieren hacerla a cielo abierto.
El jatán y la kalá no usan joyas debajo de la jupá. Su compromiso mutuo se basa en lo que son como personas y no en alguna posesión material.
El jatán, seguido por la kalá, son por lo general acompañados a la jupá por sus respectivos padres.
Debajo de la jupá, la kalá da siete vueltas alrededor del jatán. Así como el mundo fue construido en siete días, la kalá figurativamente esta construyendo las paredes del nuevo mundo de la pareja. El número siete también simboliza la totalidad y la integridad de que no pueden alcanzar por separado. La kalá entonces se para a la derecha del jatán.
En Yemen la práctica se realiza de forma más elaborada, con una jupá decorada dentro de una habitación también decorada con largas ramas, flores y otros adornos, el matrimonio es terminado cuando la pareja es dejada a solas en esta habitación. La palabra jupá aparece en la Torá, pero la apariencia real así como su significado religioso han ido cambiando durante el tiempo. Por siglos existieron diferencias regionales sobre la jupá, durante el Siglo XVI este elemento no era aún conocido; en algunas otras partes la prenda era usada por la novia o un velo extendido en los hombros de la pareja. Varias ilustraciones de bodas judías durante la Europa medieval no muestran el uso de una jupá, esta fue usada solamente por los judíos asquenazí como un símbolo del lugar donde el matrimonio tenía lugar.
Las bodas judías consistían en la ceremonia de compromiso, llamada erusin, y la ceremonia real, llamada nisuin; la primera parte era celebrada en la habitación donde el novio daba el anillo, tras la ceremonia de compromiso ambos esperan en una habitación para ser llamados a entrar bajo la jupá y finalizar la ceremonia final.
Avanzada la Edad Media, las dos ceremonias fueron simplificadas en una sola, perdiendo el jupá su concepto original; la costumbre que se terminó aceptando fue realizar toda la ceremonia bajo el palio nupcial. Hay varias opiniones sobre como debe celebrarse la ceremonia de boda, predomina la idea de realizarse bajo la jupá y la recitación del ketubah.
La jupá representa la casa judía simbolizada por la tela (el techo) y los cuatro pilares; el novio entra primero y después la novia, entonces la pareja la arropa, simbolizando sus nuevas responsabilidades respecto a ella. Las jupá pueden ser elaboradas con cualquier material, siendo más comunes velos o chales de oración y pueden ser personalizadas para los intereses y gustos de la pareja.
EL ANILLO:  Este es el momento más importante en la ceremonia. El anillo debe ser propiedad del novio, se acostumbra a que sea de oro, redondo, y sin ninguna inscripción, ni incrustaciones. El novio toma el anillo con la mano derecha, lo muestra los testigos, quienes afirman tener un valor mínimo reglamentario, luego empieza a recitar la frase tradicional «Haré At….» («Tú me eres consagrada a través de este anillo de acuerdo con la ley de Moshé e Israel») y se lo coloca en el dedo índice de la mano derecha (luego de la ceremonia si lo desea, puede cambiarlo a otro dedo). El novio le pone el anillo en el séptimo dedo (el índice de su mano derecha), rememorando el simbolismo del número siete.

A partir de este momento ya son considerados frente a la Ley Judía, como Marido y esposa.
La Jupá se asemeja al momento de la Entrega de la Torá. Y en éste momento, el anillo simboliza a la misma Torá con el Creador desposó al Pueblo de Israel. El anillo que rodea el dedo, simboliza el aura de Fe que rodeara a la pareja por el resto de sus vidas. Este estará desprovisto de cualquier grabado o decoración.
En el judaísmo, el anillo juega un papel importante en la ceremonia de boda judía, pero después de la boda ha terminado, muchos hombres no llevan un anillo de bodas y para algunas mujeres judías, el anillo termina en la mano derecha.
El origen del anillo como una costumbre de la boda en el judaísmo es un poco difusa y no figura en la Torá 
Según algunos estudiosos, antiguamente el novio realizaría la ceremonia de la boda con una copa de vino con un anillo en su interior, diciendo: «Usted está prometido a mí con esta taza y todo lo que está dentro de ella.» Sin embargo, esto no se registró en las obras medievales posteriores, por lo que es un punto de origen poco probable.
Más bien, el anillo proviene probablemente de los fundamentos de la ley judía. Según Mishná Kedushin 1: 1, una mujer es adquirida (es decir, prometida) de una de tres maneras:
A través del dineroA través de un contratoMediante relaciones sexuales
Teóricamente, la relación sexual es un hecho después de la ceremonia de matrimonio, y el contrato viene en forma de la ketubah que se firma en la boda. La idea de «adquirir» a una mujer con dinero nos suena extraña en el período moderno, pero la realidad de la situación es que el hombre no está comprando a la mujer, le está proporcionando algo de valor monetario (el anillo)  y ella lo está aceptando. 
De hecho, debido a que una mujer no puede casarse sin su consentimiento, su aceptación del anillo es también una forma de la mujer que consiente a la boda (tal como lo haría con las relaciones sexuales).
La verdad es que el artículo puede ser absolutamente el valor más bajo posible, e históricamente había sido cualquier cosa como un libro de oración, un objeto apreciado, una escritura de propiedad o una moneda especial de la boda.
Aunque las fechas varían – en cualquier lugar entre los siglos VIII y X – el anillo se convirtió en el elemento normativo de valor monetario dado a la novia.
REQUISITOSEl anillo debe pertenecer al novio, y debe ser de un metal simple sin piedras preciosas. La razón de esto es que, si el valor del anillo es mal interpretado, podría, teóricamente, invalidar la boda.
En el pasado, los dos aspectos de la ceremonia de boda judía a menudo no tuvo lugar en el mismo día sino en dos partes. 
Hoy en día, ambas partes del matrimonio suceden en rápida sucesión en una ceremonia que suele durar aproximadamente una media hora. Hay mucha coreografía involucrada en la ceremonia completa, que puede leer aquí.
El anillo juega un papel en la primera parte, kedushin, debajo de la chuppah, o copa matrimonial, en la que el anillo se coloca en el dedo índice de la mano derecha y se dice lo siguiente: «Ser santificado (mekudeshet) para mí con este anillo en Conforme a la ley de Moisés e Israel «.
Durante la ceremonia de la boda, el anillo se coloca en la mano derecha de la mujer en el dedo índice. Una razón obvia para usar la mano derecha es que los juramentos -tanto en la tradición judía como en la tradición romana- se realizaban tradicionalmente (y bíblicamente) con la mano derecha.
Las razones para la colocación en el dedo índice varían e incluyen:
El dedo índice es el más activo, por lo que es fácil mostrar el anillo a los espectadores. 
El dedo índice es en realidad el dedo que muchos solían usar el anillo de bodas en la antigüedad.
Su posición en este dedo demuestra que no es apenas otro regalo sino que representa un acto obligatorio.
Algunos dicen que hay una vena que corre desde el corazón al dedo índice.
Después de la ceremonia de la boda, muchas mujeres colocarán el anillo en su mano izquierda, como es la costumbre en el mundo moderno, occidental, pero también hay muchos que usarán el anillo de bodas (y el anillo de compromiso) en la mano derecha en el dedo anular.
Los hombres, en la mayoría de las comunidades judías tradicionales, no llevan un anillo de bodas. Sin embargo, en los Estados Unidos y otros países donde los judíos son la minoría, los hombres tienden a adoptar la costumbre local de llevar un anillo de bodas y usarlo en la mano izquierda.

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