Las nuevas formas de consumo con el Covid-19

 

Desde la calificación por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020 del nuevo coronavirus” (Covid-19) como pandemia a nivel global, la vida de las personas y sus hábitos de consumo han cambiado. Esta nueva realidad activa el esfuerzo sanitario de los gobiernos en el contexto de una crisis financiera y económica que afecta a la producción y demanda en múltiples sectores. Consecuentemente, la mayoría de las industrias deben esforzarse para mitigar los impactos de la recesión global resultante de dicha pandemia, así como comprender e identificar los nuevos comportamientos de los consumidores, y en particular las nuevas preferencias en su canasta de alimentos.

Así, puede constatarse que la pandemia incrementó significativamente las ventas por medio de plataformas digitales, que crecen sin detenerse. A lo largo de ese proceso, la relación que los consumidores establecen con las empresas proveedoras y sus marcas resulta vital, ya que seleccionan productos entre una variada oferta digital que se presenta en las redes de forma simultánea. Así, ante este nuevo contexto de incertidumbre, la mayoría de los hogares modificaron rápidamente sus volúmenes de adquisición de alimentos, para asegurar su disponibilidad por un periodo superior a lo habitual. Por ello puede hablarse de diferentes pautas de consumo, donde influyen factores emocionales, sociales, económicos y culturales, que los proveedores deben tener en cuenta. Cabe destacar que los consumidores concretan menor número de visitas a los supermercados, adquiriendo un mayor número de productos en cada una, aunque como consecuencia del deterioro en sus ingresos se inclinan por mercancías de menor valor. No obstante, continúan priorizando su confianza en determinadas empresas productoras y sus marcas, que asocian con la higiene de los mismos y el mantenimiento de su sabor.

A modo de ejemplo, puede mencionarse que la cadena de supermercados Walmart en Estados Unidos casi duplicó la facturación de órdenes por Internet, superando las estimaciones de ventas comparables en el segundo trimestre del presente año.

Asimismo, el comercio electrónico (e-commerce” evolucionó raudamente, dado que las cadenas de venta y distribución se han asociado con empresas líderes en el ámbito de la distribución y entrega (delivery) para poder brindar una respuesta eficiente a este nuevo tipo de demanda que involucra la entrega directa de los alimentos a los hogares, en muchos casos la única manera de muchos de ellos para poder abastecerse. Muchas empresas estiman que en el mediano y largo plazo esta tendencia no desaparecerá -por acostumbramiento de los consumidores- debiéndose prever la continuidad y mejora de las aplicaciones informáticas orientadas a los servicios de entrega a domicilio, tales como Rappi, Pedidos Ya y Uber Eats en Argentina, entre otros, ya sea desde el supermercado como de cadenas de restaurantes.

El Economista