Los alemanes fueron los que mejor controlaron el brote del coronavirus en Europa gracias a las medidas que tomaron. Con la canciller Ángela Merkel a la cabecilla, lograron reducir la curva de contagios sin que el sistema sanitario y la economía entren en crisis. Sin embargo todas las semanas, manifestantes salen a las calles a protestar contra las restricciones del gobierno, acusando a las medidas de las autoridades alemanas de “dictatoriales”.
En todas las concentraciones, tanto los partidos de derecha como de izquierda, se unen en contra de las escasas restricciones que les impone el Estado alemán. Y durante las mismas, es frecuente encontrar banderas con simbología nazi y hasta hay una teoría conspirativa que culpa a los judíos de la existencia del COVID-19.
En las manifestaciones masivas, la gran preocupación es la unión de los partidos políticos extremistas, lo cual atenta contra el orden público. Protestan los neonazis, la extrema izquierda, los movimientos radicales contra las vacunas, las organizaciones ecologistas extremistas, los excéntricos devotos de Hare Krishna, los cristianos fundamentalistas y otras personas que afirman estar cansadas de taparse la cara para salir a las calles.
Son tan extremistas, que también se encuentran aquellas personas que divulgan una teoría conspirativa que afirma que Bill Gates es un judío cuyo único objetivo es obtener información personal de la población a través del coronavirus.
Si bien solo el 10% de la población alemana se muestra en contra del confinamiento y de las medidas, el último mes aumentó en gran medida la cantidad de manifestantes. De 15 mil a principios de agosto, a 40 mil a finales del mismo. En numerosas ciudades del país, los hechos terminaron con violencia en las que miles de personas portaban carteles con la cara de Hitler, símbolos neonazis y negaciones acerca del Holocausto.
La gran preocupación de los especialistas, es que mientras continúe la pandemia, aumenten la cantidad de personas que asisten a las protestas masivas. Es decir, que se contagie el virus del “nazismo” y se una más gente a estos grupos extremistas. Pero el punto optimista es que la paranoia y la polaridad entre los grupos, genere una discusión interna y finalmente terminen disolviéndose
Radio Jai