Li-Meng Yan es una especialista china en virología e inmunología que fue encargada de estudiar el coronavirus, y tiene protagonismo en los últimos meses debido a una serie de denuncias de la pandemia que, según ella, la llevaron a escapar de China para refugiarse en Estados Unidos..
La viróloga reveló hace algunas semanas en una entrevista a la cadena estadounidense, Fox News, que las autoridades chinas mintieron sobre el origen de la enfermedad que azota al mundo. Y en el encubrimiento también mencionó el rol fundamental de la OMS. Esas declaraciones las ratificó en las últimas horas, al publicar un informe en el cual confirma, según la viróloga, que el coronavirus fue creado en un laboratorio.
Este lunes 14 de septiembre, la viróloga publico en Zenodo un documento de 26 paginas titulado ‘Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una sofisticada modificación en laboratorio en lugar de una evolución natural’. El texto está firmado por otros tres científicos.
Li Meng no pone en duda la gravedad de la pandemia ni el componente agresivo para la salud humana del Covid-19, sino que plantea, entre otras cosas, que las autoridades chinas y de la OMS silenciaron alertas acerca de la letalidad del brote y ocultaron datos de sus investigaciones.
Hasta el momento, poco se sabe de la viróloga y todo lo vinculado a ella tiene un halo de misterio. De hecho, la embajada china en EE.UU. le dijo a Fox News que no saben quién es Yan y afirmaron que, al contrario de lo que dice Li-Meng, China trabajó en la pandemia heroicamente.
La viróloga se formó y perteneció al equipo de investigación de la Universidad de Salud Pública de Hong Kon. Según el testimonio de Li-Meng, ella es una de las primeras científicas del mundo en estudiar el coronavirus.
«El Gobierno de China se negó a permitir que los expertos extranjeros, incluidos los de Hong Kong, investigaran en China. Recurrí entonces a mis amigos para recabar más información», contó en declaraciones a la prensa.
Fue en ese momento cuando un amigo, científico del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, le contó a Yan, el mismo 31 de diciembre de 2019, la transmisión de persona a persona era esencial del nuevo coronavirus. Tanto China como la OMS lo reconocieron bastante tiempo después.
Los inconvenientes de Yan comenzaron cuando supuestamente advirtió al Gobierno de la letalidad y peligrosidad del coronavirus, muchos antes de que China reconociera el problema. A partir de ese momento afirma que intentaron silenciarla y que, además, su vida corre peligro.
Debido a esto, el lugar de EE.UU. en el que se encuentra Yan es totalmente desconocido. Y desde que dejó su país, la universidad de Hong Kong, donde trabajaba, eliminó sus trabajos e información.
Por último, la institución educativa la expulsó a través de un comunicado donde señala que la viróloga ya no forma parte de su equipo. A todo esto, Yan contestó que el gobierno chino está tratando de destruir su reputación.