Suele pensarse que ello es lo que se celebra en Rosh Hashaná (Año Nuevo judío), pero en realidad lo que se recuerda en esa fecha es la aparición del hombre, el único ser vivo capaz de reconocer y servir a D’s, en el sexto día de la Creación.
Enseña la Torá en sus primeros versículos: “En el principio D’s creó los cielos y la tierra. Y la tierra estaba vana y vacía, con oscuridad sobre la faz del abismo, y el espíritu de D’s se cernía sobre la superficie de las aguas. Y dijo D’s: ‘¡Haya luz!’, y hubo luz. Y vio D’s que la luz era buena y separó D’s la luz de la oscuridad. Y llamó D’s a la luz ‘día’ y a la oscuridad la llamó ‘noche’. Y fue la tarde y fue la mañana, día uno” (Breishit -Génesis- 1:1-5).
Rosh Hashaná también es Iom Hadín (Día del Juicio), durante el cual D’s evalúa a todas Sus criaturas, si bien su veredicto recién se rubrica con la culminación de Iom Kipur.
Por ello se acostumbra desear “¡Shaná tová umetuká!” (año bueno y dulce) y “Ctivá vejatimá tová” (buena inscripción y rúbrica -en el Libro de la Vida-).
El Año Nuevo judío también se denomina Iom Truá, el día del toque del shofar (tradicional cuerno de carnero) durante el servicio religioso y en los 29 días previos, que es un llamado a la humildad, la reflexión y el arrepentimiento.
Rosh Hashaná y Iom Kipur son los Iamim Noraím, “días terribles” por la seriedad y rigor del Juicio Divino, y los 10 días que los incluyen son los Aséret Ieméi Teshuvá (Diez Días de Arrepentimiento).
Los tres libros que se abren en Rosh Hashana
Los justos son inscritos y sellados en el libro de la vida en Rosh Hashana.
Los malvados son inscritos y sellados en el libro de la no vida en Rosh Hashana.
Los intermedios quedan esperando hasta Iom Kipur…
Según el midrash, los tres libros se abren frente a D-s, y somos juzgados según nuestras acciones, según nuestro pasado.
Les propongo ahora entender el midrash de otra forma, un poco más profunda.
Los tres libros que se abren son frente a la persona. Y nos dan la oportunidad de elegir en qué libro queremos ser inscritos, dónde queremos estar, cómo queremos que sean nuestras acciones a futuro… ¿Queremos cambiar? ¿Queremos mejorarnos? Los tres libros se abren frente a cada uno y uno de nosotros. Está en nosotros decidir cómo queremos que sea nuestro próximo año, dónde queremos ser inscritos, dónde se encuentra nuestro deseo, nuestra voluntad, en el dar, en el ayudar, en el amar o en todo lo contrario. Todo lo que debemos hacer es canalizar nuestra voluntad hacia el bien, hacer el bien a nuestro prójimo y hacer lo bueno a los ojos de D-s.
Rav Daniel Szlaifsztein