Porque 5781?


El cómputo de los años habitual en el calendario judío cuenta el tiempo transcurrido desde la “creación del hombre”, localizada por los teólogos judíos en una fecha correspondiente al 7 de octubre de 3761 AEC (Antes de la Era Común) cuando se creó el hombre. La fecha no se basa en datos fósiles, sino que fue calculada de referencias de tiempo, incluyendo la esperanza de vida de los individuos, las cuales aparecen en la Torá.

La historia le atribuye la versión del calendario hebreo al sabio Hilel II, en el año 359 EC. Cuando Roma prohibió las reuniones del Sanedrín (Consejo de sabios) en donde se decidía el calendario que luego se comunicaba a la diáspora judía, Hilel ideó uno que servía para el futuro. A través de un complejo algoritmo, le dio forma al calendario hebreo, que combina los meses lunares con las estaciones del año solar. Esto hace que cada tanto haya un año bisiesto (7 años en ciclos de 19), durante el cual se duplica uno de los meses (Adar).

A su vez, el calendario hebreo comienza con la simbólica creación del hombre según figura en la Torá, que habría tenido lugar el 7 de octubre de 3760 antes de la era cristiana (equivale al 1 del mes de Tishrei del año 1).

El método se basó en una interpretación de la Torá, que consiste en sumar hacia atrás los ciclos vitales de sus personajes, más la supuesta duración de ciertos acontecimientos, hasta llegar a la creación del mundo.

Está ampliamente aceptado que el sabio Rabino Yose ben Halafta es quien hizo el cálculo. Para él, la única fuente relevante era la Torá e intentó entender las cuantificaciones y cronología como fueron presentadas en las escrituras. Según el Libro de Génesis, el proceso de Creación comenzó el 25 de elul del año 1. El sexto día, cuando se crearon a Adán y Eva, fue el primer día de tishrei – que es cuando se celebra el Año Nuevo Judío, Rosh Hashaná. Según el método del Rabino Yose, la creación del hombre ocurrió en el año 3760 AEC.

En el siglo XII, el filósofo y científico judío Maimonides tuvo la tarea de establecer los parámetros precisos de este sistema. Según sus cálculos, la creación de los humanos corresponde al año 3761 AEC. El cómputo desde la creación del mundo se fue difundiendo en el siglo X, pero recibió una aceptación definitiva por los estudios de Maimónides, en su libro Mishneh Tora. En esta obra, escrita entre 1170 y 1180 d.C., el filósofo y teólogo, que entonces vivía en Egipto, estandarizaba también de forma definitiva el calendario lunisolar.

Debido al prestigio de Maimónides, la Era de la Creación fue reemplazando los demás cómputos utilizados hasta entonces en las comunidades judías.

Actualmente este cálculo es hoy oficial en Israel y aceptado por todas las comunidades judías del mundo.

Sobre la fiesta:

Rosh HaShaná 2020 comienza al atardecer del viernes 18 de Septiembre hasta la tarde del domingo 20 de septiembre 2020. La celebración marca el punto de partida de jornadas de reflexión que culminan con la festividad de Yom Kippur, que es el día del Perdón, cuando se hace un balance de lo vivido y se obtiene la purificación espiritual.

Durante todo el mes se escuchan temprano, en la madrugada, los sonidos del shofar (cuerno de carnero), que llama al judío al arrepentimiento y le recuerda la proximidad de las fiestas religiosas.

El año nuevo judío se recibe con alegría. Su celebración es en la Sinagoga, y se caracteriza “por las plegarias, el ruido inaudible de nuestros pensamientos, y de nuestra propia alma, y los conmovedores sonidos del shofar”.

Para esta festividad, las familias se reúnen y se realiza una cena, donde se preparan comidas típicas de la celebración.

Se prepara una mesa muy bien arreglada, con los mejores platos, vasos, y cubiertos.
No pueden faltar manzanas y miel, que simbolizan la dulzura. La miel significa el augurio de un próximo año dulce. El pan jalá y platos sencillos elaborados con pescado o pollo con miel y una copa de vino dulce ritual es bebida. Se pone en la mesa una cabeza de pescado para ‘ser cabeza y no cola’”, y también se come una fruta dulce de estación.

En la cena, se realiza una bendición con el vino y se moja una rodaja de manzana en miel. Para el postre, no puede faltar la torta elaborada con miel. En la Sinagoga, el sonido del shofar recuerda al que tocaban en épocas de guerra para asustar al enemigo. Para desearse buen año, se dice ‘shaná tová, jatimá tová’, que significa que sea inscripto y sellado.

El 1º de Tishrei no es sólo el primer día del año, sino también su “Cabeza”. Así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan todos los hechos que ocurrirán durante el año.

En Iom Kipur se acostumbra a pedir perdón por los pecados cometidos, comprometiéndonos a no repetirlos. Esa noche se pide perdón y cada uno tiene el deseo de reconciliarse con quienes estamos enemistados. En fin, una celebración familiar cargada de significado para todos. ¡Shaná tová umetuká!”.

Raul Voskovoinik 

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