Cuando comienza la canción de Haazinu, Moshé ordena al cielo y la tierra:
«Prestad oídos hasta que termine mi canción». Los cielos comenzaron a temblar. Una terrible conmoción irrumpió en los mundos superiores ante el hecho de que un ser humano se atrevió a ordenarle silencio al universo. «Moshé, Moshé», se escuchó una voz, «¿por qué tanto revuelo?» «Así le ordeno al cielo y la tierra porque invocaré el Nombre de Hashem; por lo tanto, hagan honor a nuestro D-s», contestó Moshé. Ante eso, el cielo y la tierra hicieron silencio y permanecieron así hasta que Moshé conluyó su canción profética. ¡Qué afortunado es el ser humano que tiene dominio sobre la naturaleza.
Grandes tzadikim (justos) pudieron revertir Las ¡eyes de la naturaleza:
□ Iehoshua hizo que la noche fuera día. Cuando luchó contra los reyes emoritas, ordenó al sol que se detuviera y éste obedeció.
□ El profeta Eliahu hizo que el invierno (la época de las lluvias) se convirtiera en verano. Prometió, «Prometo que no habrá lluvia ni rocío conforme a mi palabra» (Melajim 17:1). Luego sobrevino una sequía, para castigar a los judíos por practicar la idolatría.
□ El profeta Shmuel hizo que el verano se volviera invierno. Cuando el pueblo le pidió un rey, Shmuel estuvo furioso. Para demostrarles que habían pecado, pidió a Hashem que trajera una tormenta durante la temporada de cosecha generalmente seca, que ocurre en el verano. Por lo que, «el pueblo sintió mucho temor hacia Hashem y Shmuel» (Shmuel 12:18).
□ Moshé convirtió el mar en tierra seca cuando los judíos cruzaron el Mar de las Cañas.
□ El profeta Elishá convirtió tierra seca en torrentes de agua. Esto ocurrió cuando los reyes loram y lehoshafat salieron a luchar contra Moab. Al cruzar el inmenso desierto, casi murieron de sed, Elishá profetizó que D-s llenaría el desierto de agua. Cumpliendo con su palabra, la lluvia cayó sobre Edom a la mañana siguiente y desde allí el agua fluyó por el desierto. ¿Por qué D-s otorga a los tzadikim el poder para modificar las leyes de la naturaleza? Para que la gente les tema y así comiencen a temer a Hashem. El Todopoderoso prometió a los judíos: «Si inclinan vuestros oídos para escuchar las palabras de la Torá, todos, eventualmente, se silenciarán y escucharán vuestras palabras».
Como Moshé escuchó atentamente las palabras de la Torá, el Cielo y la Tierra se mantuvieron en silencio y lo escucharon cuando comenzó a hablar. ¿Por qué eligió Moshé al cielo y la tierra (en lugar de seres humanos) para que oficien de testigos cuando advertía a los judíos de que cumplan con la Torá?
1. Moshé eligió testigos que existieran siempre.
2. Más aun, Moshé advirtió: «Los cielos serán testigos ante D-s si cumplen con las mitzvot relacionadas al mismo, como la santificación de la luna nueva y el cumplimiento de los iamim tovim (las festividades). La tierra oficiará de testigo si cumplen con las leyes relacionadas al diezmo, la prohibición de plantar juntas especies diferentes en el mismo campo y las otras leyes relacionadas a la agricultura.
3. Finalmente, los mismos testigos los castigarán si transgreden Su Palabra. Necesitan de la lluvia del cielo y la productividad del suelo. Si pecan, los cielos retendrán sus lluvias y la tierra no rendirá su fruto.
4. Para que aprendan una lección del cielo y de la tierra también. -Miren como cumplen con sus funciones con persistencia. ¿Algún día el sol sale por el oeste? ¿Acaso la tierra produce cebada de la semilla de trigo? ¿Alguna vez el mar sobrepasa su frontera? De la misma forma, los animales cumplen firmemente sus funciones. ¿Acaso el buey se rebela: ‘Hoy no voy a arar?’ ¿O la muía: ‘Hoy no voy a cargar?’ –
Aprendan de ellos a ser firmes en el cumplimiento de la Torá.
EL MIDRASH DICE
Este Midrash Ilustra muy bien lo que nos compete en esta fecha próxima, tan especial, donde tenemos al cielo como oyente y a la tierra como testigo.
Dev.:32:1
Escucha, cielos, déjame hablar; ¡Oiga la tierra las palabras que pronuncio!
En Berajot 7a: 4-33 dice:
De manera similar, se enseñó en una baraita que el rabino Yishmael ben Elisha, el Sumo Sacerdote, dijo: Una vez, en Yom Kippur, entré en el santuario más interno, el Lugar Santísimo, para ofrecer incienso, y en una visión vi a Akatriel Ya, el Señor de los Ejércitos, uno de los nombres de Dios que expresa Su máxima autoridad, sentado en un trono alto y exaltado (ver Isaías 6). Y me dijo: Ishmael, hijo mío, bendíceme. Le dije la oración que Dios hace: “Que sea tu voluntad que tu misericordia venza tu ira…
Nuevamente y como me gusta hacerlo, me gustaría que encontráramos puntos de conexión entre el relato del Midrash, el primer Pasuk de la parashá hashavua (haazinu) y el texto del talmud:
1. Cada rezo es como una canción en la cual nuestra alma se eleva a los cielos como una ofrenda de incienso para que sea de grato aroma.
ya sea como agradecimiento ¡¿CÚANTO MÁS!? O ya sea una suplica y en este caso por el perdón por incumplir las normas que D’s y los rabanan dictaminaron.
2. Vencer a la naturaleza, tanto en el midrash como en el texto de la Torah, nos hablan de traspasar el orden natural, en este caso inclusive el orden natural de acción y reacción, como lo expresa la ultima parte del párrafo de Berajot ya citado anteriormente:-… Que tu misericordia venza tu ira…-. En relación a que cada vez que incumplimos una mitzva esto produce enojo en D’s y por lo tanto aquí apelamos a que se rompa el esquema de los castigos amparados en la misericordia (entendiéndose que apelamos a ella como recurso de nuestra real y completa entrega a la Teshuva emanada desde nuestra alma)
3. Poner a los cielos y a la tierra como testigos:
Sabemos que ante un juicio siempre se proponen y ponen testigos que acreditan nuestra culpa o la desestiman y por ende nos encontramos como inocentes ante el Estrado, en este caso el Estrado Celestial, antes de que se halle la sentencia en un estado de sentencia firme.
Es también poner de manifiesto la relación vertical entre nosotros y la relación con D’s y la relación horizontal entre nosotros y nuestro prójimo. Y nuestra intención de arreglar las cosas en una instancia conciliatoria.
Como se podría concluir, en esta fecha tan importante y a pesar de que no podemos estar todos juntos reunidos en un templo, que tenemos al mismo cielo como oyente de nuestros rezos y a la tierra como nuestro testigo visible, donde quiera que estemos ante los instantes previos a la sentencia firme en cada uno de los libros que D’s tiene para nosotros, es por ello que por más extraño y hasta incomodo (por la pérdida de cavaná) ya que estamos ante otras comodidades que en el templo no las tenemos, podamos estar verdaderamente consientes de que estaremos y estamos transcurriendo las horas más sagradas de nuestro calendario traspasando las necesidades de la materia, ante las necesidades de la energía de nuestra neshamá, en conexión con el Boré Olam y en armonía con nuestros semejantes que se encuentran también rezando, ayunando y dejando de lado todo, por un bien individual pero con alcance comunitario y hasta mundial.
Jaim Ben Abraham.