Reino judío de Etiopía, Reino de Beta Israel, Reino de Simen.




Es poco conocida pero no por ello menos fascinante e increíble la historia de los judíos en Africa, y menos aún que existió un Reino judío en Etiopia llamado Beta Israel (Casa de Israel) o Reino de Simen.

Existían antes de este reinado muchas regiones en Etiopía en las que existían muchos judíos. Por lo tanto no puede sorprender el Reinado de Beta Israel.

El primer Rey de este Reino fue Fineas, y el último Rey fue Pinchas. Hay una referencia de la tradición de este Reino Beta Israel, que cuenta que hubo una época en que el reino se llamaba “Reino de los Gedeones”. Esto era por el nombre de la dinastía de reyes judíos que gobernaban este reino.

Hay una primera teoría de que los judíos de Etiopia muy probablemente sean descendientes del pueblo judío que salió de Egipto liberados por Moisés. Además, que sean pertenecientes a la tribu de Dan.

Hay una segunda teoría que establece que los judíos que existen en Etiopía, llegaron a esas tierras luego de la destrucción del primer Templo de Jerusalén en el año 586 a.e.c., y una tercera teoría dice que descienden de la unión del Rey Salomón con Makeda, que era la Reina de Saba. Son judíos africanos cuya tez es oscura, o sea, del mismo color que cualquier africano.

En el siglo IV el Imperio Etíope corona como Emperador a Esana o Ezana de Axum, éste convierte al Imperio Etíope al Cristianismo en el año 325. No es una casualidad histórica que en el año 325 también se celebró el Primer Concilio de Nicea (Sínodo de obispos cristianos). Muchos judíos de Etiopía no quisieron convertirse al cristianismo y querían seguir siendo judíos, motivo por el cual se trasladan a las montañas de Simen en torno al Lago Tana, en el Noroeste de Gondar. Estos judíos fueron llamados Beta Israel por el propio Emperador Esana, y los judíos establecen allí el Reino de Beta Israel.

Es indudable que existió un reino judío independiente llamado el Reino de Beta Israel, desde el siglo IV hasta el siglo XVII, más precisamente hasta el año 1627, durante el mandato del Emperador Susenyos I (cuyo nombre del trono era Malak Sagad II). Incluso un geógrafo italiano llamado Livio Sanuto (Siglo XVI), realizó un estudio detallado de mapas, y en 1588 se publica una obra suya en la que se refiere a la región de Etiopía de los Beta Israel como la ”Tierra de los Judìos” .

El Reino de Beta Israel o Simen, tuvo sus años de esplendor entre los siglos IX y XIII y es en ese período que los judíos de muchos lugares del mundo escuchan hablar de este Reino por las historias de un comerciante y viajero judío llamado Eldad –Ha-Dani que había visitado el Reino de Beta Israel.

Los judíos del Reino de Beta Israel no siguieron el Talmud, pero su libro sagrado era la Torah (Pentateuco) y su objeto sagrado era el “Tabor“, que era una réplica de las tablas de la ley que Moisés guardó en el Arca de la Alianza.

Los judíos etíopes realizaban la circuncision, seguían preceptos religiosos, hábitos alimenticios judíos y celebraban fiestas judías. Tenían líderes religiosos llamados “keiss“ y los jueces eran ancianos que actuaban cuando habían disputas en la comunidad. Celebraban una fiesta especial que se denominaba “Sigd” el 29 de Jeshvan, que conmemoraba la entrega de la Torah a Moisés, con fiestas, ayunos, peregrinaciones y bailes.

En pocas palabras, no hay duda del origen judío de los integrantes de Beta Israel. La mayor parte de estos judíos que estaban en Etiopía fueron llevados a Israel en dos operaciones.

Una de ellas fue en el año 1984 y se conoció con el nombre de “Operación Moisés” y que llevó a estos judíos desde Etiopia, a través de Sudan, hacia Israel.

Existió también una “Operación Josué” que fue una continuación de la Operación Moisés en el año 1985 que rescató a 500 judíos etíopes de Sudán y los llevó a Israel.

La última de estas operaciones fue realizada en el año 1991 y rescató a 14.325 judios etíopes en la llamada “Operaciòn Salomón”. Para que esta operación se pudiera realizar Israel pagó un rescate al gobierno de Etiopía de veintiséis millones de dólares estadounidenses (u$s 26.000.000).

Esos judíos etíopes son conocidos como “Falashas, quizás un término despectivo porque en el idioma amárico, que es el idioma que se habla en el centro y norte de Etiopía significa apátrida, o sea sin patria. En las Operaciones de Rescate se llevaron a cerca de 22.000 judíos etíopes a Israel.

Existe también una confusión entre los términos “Falashas“ y ”Falashas Mura”.

Los “Falashas Mura” son los judíos etíopes que pertenecieron a los Beta Israel. Pero que durante los siglos XIX y XX debido a campañas de proselitismo se convirtieron al cristianismo. Los integrantes de Beta Israel ya no los reconocen como integrantes de su comunidad.

Es interesante aclarar que la conversión de ciertos “Falashas“ al cristianismo se debió a la influencia que ejerció un pastor anglicano. Era un judío alemán convertido al cristianismo, cuyo nombre era Henry Aaron Stern.

En el idioma “agaw” (idioma amárico hablado en Etiopía), la palabra “Mura” quiere decir “el que abandonó la fe”. Sea como fuere, voy a utilizar el nombre “Falashas “ o ”Falashas Mura”, como sinónimo al solo efecto de este artículo.

El Gran Rabino de Israel, Ovadia Yosef declaró en el año 2002 ( tal como lo hizo anteriormente con los “Falashas” de Beta Israel) que los “Falashas Mura” también deben ser considerados judíos. Algunos pudieron haberse convertido al cristianismo en contra de su propia voluntad. Hacia el año 2015 se estimaba que aún quedaban cerca de 10.000 judíos “Falashas” esperando ser rescatados en Etiopía.

El 12/9/2020 se conoció una excelente noticia. El gobierno de Israel, invertiría u$s51.000.000 para rescatar en el año 2021 a los aproximadamente 10.000 judíos “Falashas” que todavía quedan en Etiopía. Son aquellos que actualmente están viviendo en campamentos de refugiados en Addis Abeba y Gondar y una vez realizado este rescate daria por finalizada la epopeya de reunir a los hermanos “Falashas“ en Israel.

“El judío representa el emblema de la eternidad. El es a quien ni la masacre, ni la tortura durante miles de años, ni la Inquisición pudo borrar de la faz de la tierra. El fue el primero en presentar los oráculos de Dios. El es quien durante tanto tiempo ha sido el guardián de la profecía. Es quien la ha transmitido al resto del mundo. Una Nación semejante no puede ser destruída. El judío es eterno como lo es la Eternidad misma” (L. Tolstoi)

Por eso y por ser portadores de la eternidad, el pueblo judío vive. ”Am Israel Jai”

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