Un laboratorio israelí, que trabaja en base a las investigaciones de un equipo del Instituto Weizmann, anunció que recibió un millón de dólares para financiar el inicio de la Fase 1 de una serie de pruebas clínicas con su terapia contra el Mal de Alzheimer
La empresa biofarmacéutica, ImmunoBrain Checkpoint, dijo que los tests de la Fase 1, los primeros que se realizan sobre humanos dentro del proceso de aprobación de una terapia, deberán servir precisamente para «examinar la seguridad y la actividad de su anticuerpo patentado, IBC-Ab002».
Este anticuerpo, añadió la firma israelí, está «destinado a mejorar el sistema inmunológico e inducir procesos de reparación cerebral en personas con enfermedad de Alzheimer».
Hasta ahora, no existen terapias aprobadas para el Mal de Alzheimer que puedan modificar el curso de la enfermedad. Para afrontar este problema, el laboratorio está desarrollando tratamientos para enfermedades neurodegenerativas «aprovechando el poder del sistema inmunológico para ayudar a proteger y reparar el cerebro», señaló en un comunicado.
ImmunoBrain Checkpoint explicó que su terapia se basa en los estudios de la profesora Michal Schwartz, del Weizmann, que demostraron que el sistema inmunológico es necesario para el mantenimiento de la función y reparación saludables del cerebro, pero que puede verse afectado en individuos con enfermedad de Alzheimer.
En sus investigaciones, iniciadas hace veinte años, la profesora Schwartz descubrió que el sistema inmunológico se debilita con la edad, entre otras cosas como resultado de la actividad de factores inhibidores que actúan como un «freno» a ese mecanismo natural de defensa del cuerpo.
Al comentar la noticia de la financiación, provista por una fundación sostenida por Bill Gates, Schwartz destacó la «solidez del efecto» de la terapia con el anticuerpo en varios «modelos animales y tanto en los síntomas como en la patología de la enfermedad».
Eso «refuerza mi optimismo de que estamos activando un mecanismo general necesario para la reparación del cerebro en estas devastadoras condiciones, que superarán muchas de las complejidades únicas» del Mal de Alzheimer» siguió la investigadora.
La profesora israelí destacó que «no hay cura» para el Mal de Alzheimer «y el número de casos está aumentando». La enfermedad «no pone en peligro la vida como el cáncer, la gente vive varios años sin conocer su identidad, es terrible, ya que no mata, pero mata la personalidad y es una carga para la sociedad», completó.