El aparato, StreamO2, ha sido aprobado por el Ministerio de Sanidad israelí y está en pruebas clínicas en el centro médico Hadassa, en Jerusalém.
Los fabricantes israelíes de agua carbonatada, SodaStream, y el hospital Hadasa Ein Kerem han informado del desarrollo conjunto de un aparato para aliviar la escasez de respiradores en esta pandemia del Covid-19.
StreamO2 está inspirado en la tecnología del popular aparato israelí que produce agua carbonatada, y se espera que de asistencia respiratoria a pacientes de coronavirus en situación moderada y ligera. Así, permitirá que más respiradores mecánicos se liberen para pacientes en situación más seria.
Tras la aprobación del ministerio de sanidad israelí, se están llevando pruebas clínicas en la unidad de emergencias del hospital Hadasa.
El aparato está diseñado para tratar a pacientes de Covid-19 que tienen dificultades respiratorias pero que aún respiran espontáneamente y provee los niveles de oxígeno específicos para cada paciente.
En exámenes preliminares se ha comprobado que este tipo de dispensador de oxígeno puede evitar en algunos casos la intubación (que es una asistencia respiratoria invasiva) y, así, reducir las complicaciones que se asocian a ella.
El aparato, desarrollado por SodaStream y Hadassa, permite la administración de una mezcla de aire oxigenado a través de la nariz en flujos altos, con alta humedad y a la temperatura del cuerpo. El invento es un sistema termodinámico que controla la temperatura de la mezcla de aire oxigenado y lo introduce por la nariz del paciente en combinación con una alta humedad, de más del 80%.
Los parámetros de humedad, temperatura y porcentaje de oxígeno, todos ellos críticos para la calidad de la respiración, son medidos constantemente.
¿Cómo llegó el fabricante de bebida carbonatada a inventar un aparato médico?
Cuando comenzó la pandemia, al doctor Akiva Nachson, del hospital Hadasa Ein Kerem de Jerusalén, le preocupaba la escasez de ayudas respiratorias no invasivas para tratar a pacientes de Covid-19, y, “gracias al consejo de un amigo me di cuenta de que la solución estaba frente a nuestros ojos, en nuestras cocinas, en la industria israelí”, dijo el médico, y agregó: “Bastó una conversación con el director del departamento de investigación y desarrollo de SodaStream para que las cosas empezaran a moverse”.
El mismo día en que Nachson contactó a Avi Cohen, director de investigación y desarrollo de SodaStream, ambos empezaron a trazar un diseño y el proyecto progresó rápidamente. Formaron un equipo con ingenieros de la compañía y médicos del hospital con la intención de construir lo más rápidamente posible una máquina proveedora de oxígeno que cumpliera con las estrictas regulaciones.
Por la urgente necesidad del producto el equipo recibió una aprobación acelerada por parte del Ministerio de Sanidad israelí para llevar a cabo tests clínicos en 40 pacientes.
Fuente Latina