«UN JUDÍO EN LAS CARRERAS DE CABALLOS»




Un viejo judío va a las carreras por primera vez.

No sabiendo absolutamente nada de carreras de caballos, se dirige hacia el paddock para echar un vistazo.

Entonces observa a un Rabino bendiciendo uno de los caballos.

Toma nota del número del animal y le juega $2.

Con seguridad el caballo gana y el hombre cobra $20, entonces vuelve a bajar al Paddock y de nuevo ve al Rabino bendiciendo otro caballo.

Anota el número y apuesta 20$, y nuevamente el caballo gana pagando $100.
Y así sucesivamente carrera tras carrera hasta que el viejo ya ha juntado $5.000.

Justo antes de la última carrera ve que el Rabí bendice otro caballo; juega sus 5.000$…, pero esta vez el caballo llega en último lugar.

Corre donde el Rabino y le dice: -¿Por qué siempre que bendecía los caballos estos ganaban, excepto esta vez? ¡Ha llegado en último lugar!

Y el Rabino le responde:– Este es el problema con ustedes los judíos liberales. No conocen la diferencia entre una Braja y un Kadish!»»

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