La sinagoga Elías Hazan de la ciudad de Casablanca, construida en 1937, ha sido inscrita como patrimonio nacional, según la decisión del Ministerio de Cultura marroquí publicado en el último Boletín Oficial.
El nieto del rabino Elias Hazan, Benarroch Georges, se congratuló de la decisión e indicó en anteriores declaraciones a la prensa que la sinagoga fue un lugar de culto tradicional de algunos grandes rabinos, entre ellos, Rabbi Shalom Messas.
La preservación del patrimonio judío en todas sus formas responde a una clara voluntad política de Marruecos, que además ha protegido históricamente a la comunidad hebrea.
Y ante la menguante población judía (aproximadamente unos 2.000 individuos, la mayoría concentrados en Casablanca), el país magrebí trata de que la abundante diáspora, desperdigada por todo el mundo, no olvide sus raíces.
En 2018, el rey Mohamed VI dio instrucciones para crear un museo de la cultura judía en Fez, que se añadirá a otro museo sobre la herencia judía ya existente en Casablanca, de titularidad privada.