El sistema de CAPS Medical envía gas ionizado de alta energía para matar a los tumores mientras se minimiza el daño de tejido sano.
“El desafío de todos los tratamientos contra el cáncer es ver cómo maximizar el daño a los tumores mientras se minimiza el daño al tejido sano alrededor de ellos”, afirmó Ilan Uchitel, director ejecutivo de CAPS Medical, una startup de Israel que parece haber encontrado una tecnología médica capaz de lograrlo.
La empresa de la localidad de Or Yehuda desarrolló un pequeño catéter desechable que puede llegar al interior del cuerpo humano para administrar plasma atmosférico frío (CAP).
Así, Uchitel aborda el cáncer de vejiga sin músculo invasivo (NMIBC), que llega a la vejiga a través de la uretra pero la compañía indica que el dispositivo también será aplicable para otros tipos de tumores de órganos sólidos.
El CAP existe desde 2005 pero solo para tratar tumores superficiales fuera del cuerpo o durante cirugías. En el caso del dispositivo de CAPS Medical, su diseño le permite penetrar profundamente en el cuerpo.
El plasma en CAP no es el plasma en sangre. Más bien es el que se encuentra en las estrellas y los rayos, el cuarto estado fundamental de la materia, junto con los sólidos, los líquidos y los gases.
De este modo manera, solo es necesario alcanzar un punto tumoral ya que el cuerpo hace el resto. Tampoco se bombardea el tejido sano como con un tratamiento tóxico como la quimioterapia. “Con nuestro tratamiento los efectos secundarios son mínimos”, le dijo Uchitel a ISRAEL21c.
A temperatura ambiente
La baja temperatura en el “plasma atmosférico frío” no significa que la CAP sea un tipo de crioablación, en la que un tumor muere por congelación. Ese es el enfoque de Vessi Medical, otra startup tecnológica israelí que se ocupa de NMIBC.
“La crioablación tiene un problema similar a la quimioterapia porque destruirá el tejido en el área circundante. No es selectivo”, manifestó Uchitel.
Por su parte, Vessi aborda el problema mediante el desarrollo de un spray de crioterapia que es más específico y minimiza el contacto físico con la delicada mucosa de la vejiga.
El CAP no es tanto frío sino más bien térmico. Está más más cerca de la temperatura ambiente, como la radiación.
El “plasma caliente” es una técnica que se usa durante la cirugía como una especie de súper bisturí, un sable láser quirúrgico, que hace que el corte sea extremadamente preciso.
La combinación del plasma no térmico con el dispositivo de colocación de catéter de CAPS Medical significa, finalmente, menos daño al tejido sano.
CAPS Medical (antes llamada como Plasmed) comenzó como una colaboración entre investigadores del Centro Médico Universitario Rambam de Haifa y el laboratorio de plasma en el Instituto de Tecnología de Israel Technion.
La tecnología se convirtió en una empresa que se unió a la aceleradora MEDX en Or Yehuda.
MEDX está respaldado por Boston Scientific, Intellectual Ventures, MEDX Ventures y el Centro Médico Sheba.
Uchitel contó que CAPS Medical decidió comenzar con NMIBC por varias razones. Si bien es tratable, el cáncer de vejiga tiene una alta tasa de recurrencia y no tiene cura definitiva.
Además, el estándar de tratamiento actual -la resección transuretral de un tumor de vejiga (TURBT, por sus siglas en inglés)- es desagradable y costoso.
“Una vez que demostremos nuestra capacidad para tratar NMIBC, ampliaremos nuestra tecnología a indicaciones más complicadas, como cáncer de pulmón, hígado, páncreas, cerebro y mama”, dijo Uchitel.
El dispositivo prototipo de CAPS Medical ya se probó en modelos animales y de laboratorio. El siguiente paso es desarrollar un sistema de grado clínico que permita realizar pruebas en humanos. Uchitel espera que esta etapa comience en un año.
En 2018, la compañía ganó el primer lugar en una competencia de lanzamiento para ITTN, la organización de transferencia de tecnología de Israel.
En enero pasado, la compañía agregó dos destacados líderes de opinión a su consejo asesor científico: los doctores Yair Lotan, jefe de oncología urológica en el UT Southwestern Medical Center en Dallas, y Zohar Dotan, jefe de oncología urológica en el Centro Médico Sheba.
“Ellos nos ayudarán a definir nuestra estrategia clínica dirigida a la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA)”, pronosticó Uchitel.
ISRAEL 21c